Es mejor pasar página cuanto antes

Mingueza marcó el gol del Barça en el clásico

Mingueza marcó el gol del Barça en el clásico / FCB

Jordi Cruyff

Jordi Cruyff

No fue una derrota tan dolorosa como en otras ocasiones. El Barça perdió el Clásico luchando y con opciones hasta el pitido final. Con un 2-0 de desventaja en el marcador a la media hora de partido se hacía una tarea muy cuesta arriba remontar al Real Madrid, que salió fuerte y enchufado a pesar de las bajas y supo sacar partido de su particular don de acertar en sus ocasiones. Pero el Barça se supo enganchar y hacer un 2-1 asumiendo el riesgo de encajar un tercer gol. En el cómputo general podemos concluir que el Madrid no fue superior, lo fue en el resultado. Fue un partido ajustado. A nadie le hubiera sorprendido un empate a dos.

Entiendo la frustración que generaron algunas imágenes discutibles, pero es importante ‘resetear’ la cabeza ahora que la liga está más ajustada si cabe. Puede pasar de todo. Es mejor pasar página cuanto antes. Cuantas más energías gastes en una derrota, menos energías puedes emplear en el próximo partido. Y ahora, más que nunca, no hay tiempo que perder. Ni siquiera ya tiene sentido recrearse en lo que hagan los rivales o pensar que La Liga depende de ti mismo una semana y deja de depender la semana siguiente. Para el Barça es el momento de focalizar todas las atenciones en sí mismo sin distracciones que desgasten. Y buscar reengancharse a aquella racha espectacular. Con las diferencias tan recortadas, cada partido es una final.

La sensación que sí nos queda es que este Barça ha ido reencontrando su mejor versión a lo largo de esta temporada, con dificultades, pero sin cejar en el empeño. Y ahora se encuentra en la situación que se le presupone a un club de su talla, con posibilidades de pelear por un doblete. Otro motivo para pensar que un Clásico enturbiado por un resultado negativo no debe desviar el foco. El sábado ante el Athletic se presenta una oportunidad para sacar fruto de una temporada que ha ido de menos a más. No será fácil. El Athletic buscará su particular revancha después de dejar escapar la final contra la Real Sociedad. Es muy inusual jugar dos finales en un par de semanas y el Barça se enfrentará a un león herido que ya doblegó al Barça en la Supercopa.

Suficientes razones para no subestimar al rival y pensar que el conjunto culé le tocará verse las caras con un equipo sobradamente motivado, un club que además cuenta con una fuerte tradición copera. Hay un título en juego que pude ayudar a compensar una temporada difícil para el Barça dentro y fuera del campo. Sería un premio a los esfuerzos de unos jugadores que han demostrado con creces saber sobreponerse a las adversidades haciendo piña y dejándose la piel sobre el terreno de juego. Sin duda, ganar la Copa del Rey sería la confirmación de que las cosas en el Barça están tomando el rumbo adecuado.