El mejor crack y el mejor equipo

Discutir, a estas alturas de la película, el peso específico de Leo Messi en el Barça es perder el tiempo. Es evidente que es altísimo, máximo, superdecisivo.... Los enemigos del Barça lo llaman Messidependencia para quitar importancia a los títulos y a la hegemonía barcelonista. Algo así como una rabieta de niños pequeños, “ya, ya, con éste ya podréis”... y así, de pasada, se cargan a los otros diez.

Personalmente, ya me da igual. ¿Messidependencia? Pues, vale, orgullosos de que el mejor futbolista de todos los tiempos vista de azulgrana. Pero ayer, en una noche mágica con goleada a un grande de Europa, se puso de manifiesto que el Barça tiene al mejor crack y al mejor equipo. Messi hirió de muerte al Manchester y el equipo lo remató. La salida del equipo de Solskjaer sorprendió a los de Valverde. Tres puntas y mucha velocidad. Un tiro al larguero de Rashford a los 35 segundos, dos llegadas con peligro... momentos de incertidumbre. Hasta que apareció Messi y lo resolvió en cuatro minutos. Golazo marca de la casa, el primero, y remate con fallo grosero de De Gea, el segundo. Pim, pam, asunto solucionado. 

LA HORA DEL EQUIPO

Con el 2-0, llegó la hora del equipo, que se encargó de controlar el juego y procurar que el balón estuviera la mayoría del tiempo en sus pies. Lo hizo de maravilla y, además, sin limitarse a dormir el partido y esperar a que fueran pasando los minutos. También pusieron la directa hacia la puerta de De Gea cuando la ocasión lo requería. Antes del descanso, un jugadón descomunal de Messi que habilitó a Alba para que le diera un gol hecho a Sergi Roberto, acabó con el balón en las narices de De Gea... literal. Mereció ser el tercer gol. Pero daba igual, porque el tercero llegaría mediante un misil de Coutinho, que está subiendo de nivel en los últimos encuentros. Y luego, una chilena de Messi que se fue fuera por muy poco. Como ven, Messi estuvo en todas las grandes acciones. Pero este año, en esta Champions, tiene a su lado a unos compañeros muy grandes.