Media parte basta para seguir ganando

Messi marcó el segundo gol del Barcelona ante el Athletic

Messi marcó el segundo gol del Barcelona ante el Athletic / EFE

Toni Frieros

Toni Frieros

Resulta muy, muy difícil ponerle, o buscarle, un ‘pero’ a este Barça de Ernesto Valverde. ¿Qué se puede decir de un equipo que no conoce la derrota en veintinueve partidos de Liga (23 victorias y 6 empates)? ¿Qué defecto se le puede atribuir a una plantilla que ha conseguido estar con su portería a cero en dieciocho encuentros? ¿Qué más se le puede exigir cuando, además, los dos máximos goleadores del campeonato (Messi y Luis Suárez) son azulgranas y el Ricardo Zamora es Ter Stegen? 

Por lo tanto, la solidez y la eficacia del Barça no admiten discusión alguna. Otra cosa es la excelencia de su fútbol, tan dado a ese cambio climático entre una parte del partido y otra. Lo vimos claramente el pasado miércoles en el duelo de la Champions League frente al Chelsea y ayer tarde, nuevamente, experimentamos esa satisfacción incompleta ante el Athletic de Bilbao. 

Sí, un período de máximo nivel, de excelencia absoluta, y otro de contención, de verlas venir. Es como si el Barça de Leo Messi tuviera en su poder un mando a distancia y en función de las necesidades de la contienda aprieta más o aprieta menos. Regula el esfuerzo a su conveniencia. Así ha venido siendo prácticamente desde que Valverde se sentó en el banquillo del Camp Nou. Si eso es un defecto, bienvenido sea cuando hablamos de un equipo que acaricia la Liga, que está a noventa minutos de poder ser campeón de la Copa del Rey y que por undécimo año consecutivo se ha metido entre los ocho mejores equipos de Europa. Es decir, más no se le puede pedir. 

Si con media parte le basta al Barça para noquear a sus rivales, nada que objetar. Lo que ocurre es que esos cuarenta y cinco minutos son tan buenos, disfrutamos tanto, que siempre queremos que duren más. Mientras no pierdan esa solidez, ese equilibrio, esa autoridad y ese dominio, adelante...