Opinión

Mbappé, Vinicius y Bellingham se pisan la manguera

Vinicius Jr. y Bellingham en el Real Madid - AC Milan.

Vinicius Jr. y Bellingham en el Real Madid - AC Milan. / JUANJO MARTIN

El Madrid tiene un problema evidente en su juego. Sus deficiencias están en todas las líneas. Atrás es un coladero (nueve goles en los últimos tres partidos) y también acusa la ausencia de Courtois, en el centro del campo echa de menos a Kroos, y en ataque hay jugadores que se pisan la manguera y son incapaces de encontrar su espacio en el que brillar. A todo ello, y no menos importante, se ha quedado sin líder en el campo como antes lo era Sergio Ramos y en un pasado reciente Dani Carvajal. 

Ancelotti tiene un buen lío a solucionar, muchos de ellos son fruto de una mala planificación porque carece de lateral derecho, solo tiene a dos centrales y se ha quedado sin organizador. Además, tiene delanteros para dar y vender, todos de una calidad extrema cuya convivencia será, a la corta o a la larga, otro problema.

Ataque ruinoso

En ataque es donde es más evidente la disfunción en el juego. Vinicius jugaba por la izquierda y sigue jugando por la izquierda. Hasta aquí todo normal. Mbappé quiere jugar por la izquierda, pero debe jugar por el centro del ataque. Bellingham, que la pasada temporada jugó casi de delantero centro ha tenido que retrasar su posición y, como consecuencia, ha perdido su olfato goleador. A estas alturas de curso lleva solo un gol mientras que en la pasada temporada, a día de hoy, llevaba once tantos siendo el máximo goleador del equipo y de la competición. La desesperación del inglés es evidente. Sus gestos en el campo son significativos y demuestran la impotencia con la que vive esta segunda temporada en el Real Madrid.

La llegada de Mbappé ha acabado perjudicando a Vinicius, pues ha visto como alguien era más querido que él y ha afectado negativamente al inglés. A todo ello, hay dos jugadores en el banquillo que se comen las uñas como es el caso de Güler, que siempre que ha salido ha brillado, y Endrick, otro que pide protagonismo a gritos. Florentino ha configurado un equipo más próximo al Madrid de los galácticos que al que le ha dado tantos títulos, cuyo corazón eran jugadores que sabían lo que representaba el club. Hoy, el Madrid es una batalla de egos con Ancelotti de por medio.