Opinión

Mbappé no necesita ser amigo de Vinicius

Vinicius y Mbappé celebran un gol

Vinicius y Mbappé celebran un gol / AP

Ahora que se analiza con lupa la relación entre Kylian Mbappé y Vinicius Jr, me vienen a la mente las palabras de Cristiano Ronaldo cuando fue cuestionado por la amistad de la MSN en comparación a la suya con Bale y Benzema. "Yo no tengo que cenar con Benzema o que Bale venga a mi casa a cenar. Eso de comiditas fuera y abrazitos y besitos... Eso para mí no cuenta para nada", dijo el portugués.

En gran parte, Cristiano tiene razón. Ser amigos fuera del campo puede ayudar a ganar complicidad y a entenderse en ciertos aspectos, pero no condiciona el rendimiento de un jugador. Quizás es más importante la segunda parte de la respuesta del luso, donde dijo lo siguiente: "Eso no es lo más importante, lo más importante es dentro del campo. Somos compañeros, sabemos lo que queremos y sabemos a lo que jugamos".

Para sacar la mejor versión de Vinicius y Mbappé lo que hace falta es que tengan claro sus objetivos y que sepan a qué juegan en este equipo. Que los títulos colectivos pesen más que acabar la temporada con más goles, regates o asistencias y que el entrenador, en este caso Ancelotti, les brinde un contexto positivo para brillar.

El verdadero problema

No importa si la relación entre el brasileño y el francés es neutra o casi inexistente. Se lleven como se lleven, los números de los dos dejan claro que son los líderes del Madrid. El problema no es tanto la relación entre ellos. El problema, de hecho, viene más con el compromiso de los dos con el resto de sus compañeros.

Ancelotti dejó claro que había dos tipos de futbolista para él: los que corren y los que marcan la diferencia. Mbappé y Vinicius son de los segundos, pero cuando ninguno de los dos corre, presiona o repliega, el Madrid juega con dos jugadores menos en fase defensiva y eso pesa mucho.

Vinicius y Mbappé no conectan

Vinicius y Mbappé en un partido de Champions / AP

La facilidad con la que cualquier rival es capaz de dominar al Madrid en muchas fases de cada partido es asombrosa. Como con solo un par de pases en la defensa son capaces de descuadrar todo y aprovechar el vacío entre el centro del campo y la delantera blanca para asentarse en campo rival.

Mientras Vinicius y Mbappé marquen la diferencia, se entiendan sobre el césped (cosa que a día de hoy no siempre sucede) y no se estorben, poco importará su relación fuera del campo. Eso sí, si ninguno de los dos entiende que el Madrid va a necesitar mucho más de ellos en la presión y en defensa, Ancelotti va a tener un final de temporada muy complicado.