Máxima dificultad para la selección

La selección española ha tenido una fase previa relativamente cómoda. Podemos concluir que los de Scariolo han completado una pequeña puesta a punto. Pero ahora, en esta segunda fase del campeonato, los rivales son ya de la máxima exigencia. El juego de la selección hay que reconocer que no ha sido brillante. No ha transmitido ni seguridad ni recursos en muchos momentos de los partidos. Tan sólo cuando los jugadores españoles han podido correr se han sentido cómodos. En general, la velocidad siempre ha ido acompañada de un cinco en pista con tres exteriores pequeños. El triángulo Ricky-Llull-Rudy se ha consolidado como la garantía del juego rápido, la recuperación de balones detrás, y el cambio de dinámica dentro del partido. Pero para ganar a selecciones como Serbia e Italia, el equipo español deberá mejorar en aspectos como el porcentaje de tiro, el ataque posicional y la eclosión de más jugadores. Es evidente que España tiene un juego interior limitado y puede que sus rivales intenten cargar mucho el rebote ofensivo para limitar la velocidad de los españoles.

OMNIPRESENTE GASOL

Sin duda, el jugador más regular y decisivo de la selección española. Ha recogido el relevo de su hermano Pau. El equipo español se siente fuerte y capacitado cuando él hace valer su gran calidad. Marc tiene, en estos momentos, una gran responsabilidad. Sabe que sus compañeros confían en su ascendencia, y no quiere fallarles. Pero el reverso de esta fiabilidad radica en que sus rivales también son conscientes de en dónde deben aplicarse. No me cabe duda de que Marc recibirá una defensa especial, dura y constante, que buscará minimizar su influencia en el partido. De aquí que sea tan trascendente que otras piezas de Scariolo rindan al máximo nivel. En juego está el pasar a los cruces y mantener vivas las opciones de medalla. En el activo español está la experiencia que atesora buena parte de sus jugadores en escenarios de este nivel. Un dato muy importante cuando los nervios aprietan. También la mentalidad extremadamente competitiva del equipo jugará a su favor. Hay que ser optimistas.