Mascherano no puede irse

Javier Mascherano con Bartomeu

Javier Mascherano con Bartomeu / sport

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Mascherano llegó al Barça para ser el recambio de Sergio Busquets. Guardiola le lanzó una advertencia antes de ficharlo del Liverpool: “No vas a ser titular”. Las circunstancias (y la profesionalidad del argentino) le llevaron a reconvertirse. Y de medio centro suplente pasó a central titular. Con una eficacia y una solvencia que recibieron el reconocimiento de todos sus entrenadores. Hasta que la edad (y la llegada de Umtiti) empezaron a pasarle factura. Mascherano dejó de ser indiscutible para sentarse en el banquillo o en la grada. Las lesiones tampoco le ayudaron. Y hoy ya no es el futbolista imprescindible que fue. Por eso quiere irse. Ahora. En enero... pero el Barça no le puede dejar ir. No debe. Sería una irresponsabilidad afrontar toda la segunda parte de la temporada con solo tres centrales. Sobre todo teniendo en cuenta que uno de ellos es Vermaelen. Con sus antecedentes... Mascherano ha ofrecido un extraordinario rendimiento en una posición que no es la suya. Y eso es de agradecer. Mucho. Pero no tanto como para abrirle la puerta de salida en el mercado de invierno sin un relevo. Y Mascherano (y su representante, que ya está en Barcelona para presionar) debe entenderlo. Otra cosa es que llegue un club y pague su cláusula (como hizo el PSG con Neymar), aunque mucho me temo que la oferta china que tiene el jugador argentino no cubre ni una cuarta parte de su valor. Mascherano le ha dado mucho al Barça. Y viceversa. Y esta relación no puede romperse ahora de mala manera. Otra cosa sería en verano, con tiempo para buscar un buen recambio. Pero ahora no. Mascherano no puede irse a media temporada. Perjudicaría mucho al equipo. Y destrozaría su imagen de futbolista ejemplar. Puede aguantar seis meses. Debe hacerlo. Lo hará... eso espero.