Martí Vergés, ejemplo de lealtad

Martí Vergés, con la camiseta del FC Barcelona

Martí Vergés, con la camiseta del FC Barcelona / Archivo Familia Vergés

David Salinas

David Salinas

Su hoja de servicios con el FC Barcelona fue intachable. Desde el Juvenil al primer equipo, brindó 16 años de elevado y sostenido rendimiento a la entidad azulgrana, alcanzando su mejor momento con Helenio Herrera y convirtiéndose en un referente en la zona ancha en la desangelada década de los sesenta. Un grande.

Vergés, que con 11 años había estado en Les Corts en un Barça-Madrid (5-0) jugado el 25 de marzo de 1945, llevado por su padre —Moisés—, recaló en el Juvenil del Barça gracias a la mediación de Domènec Balmanya, amigo de la familia y conocedor de su talento, mostrado en el colegio y en un club que formó en Vidreres junto a otros jóvenes de la localidad gerundense para poder jugar al fútbol. Compaginó el estudio y el deporte con la ayuda al negocio familiar, de alpargatería, y con una de sus aficiones, tocar la trompeta, influido por su progenitor, componente de la orquesta de la población.

LLEGA AL BARÇA

Se incorporó al Barça con 17 años y, poco a poco, el fútbol fue ganando terreno en la vida de Vergés, que en su primer año como Juvenil (1950-51) se proclamó campeón de España de la categoría al ganar 5-1 al Sueca en la final, siendo el único jugador que llegó al primer equipo. Fue el exbarcelonista Ramon Llorens quien lo hizo jugar de volante y en esa posición se consagró tras empezar como interior.

Del Juvenil pasó al Amateur, donde siguió cosechando éxitos, destacando y creciendo. Hacía jugar al equipo, tenía figura, sentido de la anticipación, criterio en el pase y siempre echaba una mano en acciones ofensivas gracias a su inagotable despliegue y certero disparo desde la larga distancia. La temporada 1953-54 Miquel Gual lo hizo debutar junto a otro grande como Paco Rodri (nacido el mismo día que él) con el filial, la SD La España Industrial, en Segunda, equipo del que pasaría a formar parte de pleno derecho el curso 1954-55 y con el que ascendió a Primera División en el ejercicio siguiente, 1955-56. 

La exitosa campaña catapultó a Vergés al primer equipo del FC Barcelona, junto a Estrems y Olivella, todos reclutados por el entonces entrenador, Domènec Balmaya, la temporada 1956-57. Ahí empezó a forjarse la famosa línea medular formada por Vergés y Gensana, que había sido fichado del Lleida. También brilló junto a Juanito Segarra, el Gran Capitán, del que siempre habló maravillas y recordaba que “era quien se echaba al equipo a la espalda”. Su primer título fue la Copa de 1957, en Montjuïc (1-0 contra el Espanyol) y, a partir de ahí, ya con Helenio Herrera en el banquillo, conoció la cara más dulce del fútbol: compañerismo, buen juego, victorias y títulos.

Vergés, uno de los jugadores que inauguró el Camp Nou el 24 de septiembre de 1957, saboreó un total de ocho coronas: tres Copas de Ferias (1958, 1960 y 1966), dos Ligas (1958-59 y 1959-60) y tres Copas (1957, 1959 y 1963). Jugó 285 partidos oficiales y anotó 27 goles con el primer equipo desde su debut contra el Atlético en Les Corts (7-3) el 23 de septiembre de 1956 y el último, ante el Zaragoza (1-0) en La Romareda el 22 de mayo de 1966. Estuvo en la infausta final de Berna en 1961.

MUNDIALISTA

Fue internacional español en 12 partidos (2 goles), debutando contra Escocia en Glasgow (4-2) el 8 de mayo de 1957 y disputando su último encuentro en el Mundial de Chile 1962, concretamente en la derrota contra Brasil (2-1) en el estadio Sausalito de Viña del Mar el 6 de junio. En la recta final del choque, Vergés tuvo el gol del 2-2 muy cerca, pero el meta Gilmar, en una acrobática acción, evitó el tanto del empate.

El FC Barcelona le tributó un partido de homenaje junto a Sígfrid Gràcia el 12 de octubre de 1966 en el Camp Nou contra el Benfica de Eusebio (1-1). Vergés y Gràcia se alinearon en el equipo, pero a los pocos minutos, y con 1-0 en el marcador, gol de Zaballa, dejaron el campo para que entraran Eladio y Montesinos. Antes, y animados por los jugadores portugueses, que los escoltaron, ambos dieron la vuelta al campo para irse con todos los honores.

Dejó el fútbol y entró en el mundo de los negocios. Junto a Olivella y Gràcia abrió una empresa de autocares y, junto a Brugué, una de construcción. El 8 abril de 1999, día de su 65 aniversario, fue elegido presidente de la Agrupació de Jugadors del FC Barcelona por aclamación, cargo que ostentó hasta 2003. “Hoy, precisamente, me jubilo de mi trabajo profesional, pero empiezo uno nuevo, cargo que me honra y al que dedicaré todo mi saber”, dijo en la toma de posesión.

Ayer, en el Tanatorio de Les Corts, fue despedido por su esposa Patricia —hermana de Juan José Allende, ex de la SD La España Industrial y Condal—, sus tres hijas y su hijo. También se acercaron a la ceremonia Carles Tusquets, los exjugadores Ramon Alfonseda (presidente de la Agrupació) y Joan Torrent, además de Ramon Salud, Josep Albert y Lluís Llop.