Marc, un líder más que sólido

Marc Márquez celebra su victoria en el último Gran Premio de Catalunya de MotoGP

Marc Márquez celebra su victoria en el último Gran Premio de Catalunya de MotoGP / Lluís GENÉ - AFP

Josep Viaplana

Josep Viaplana

El ‘nuevo’ Márquez volvió a demostrar ayer en el Circuit de Barcelona que está en el mejor momento de su carrera deportiva, en el que ha encontrado el equilibrio entre su característica agresividad y explosividad y, a su vez, con la capacidad de gestión de las carreras que le otorga la experiencia. Imponente en todas las facetas, el de Cervera sumó la cuarta victoria de la temporada, un triunfo que esta vez sí le dio un gran rédito en la clasificación del campeonato, ya que se fue de Barcelona con 37 puntos de ventaja con respecto al segundo, que es Dovizioso.

Después de ser segundo en la parrilla, salió dispuesto a luchar por la victoria. Se colocó a rueda de Dovizioso cuando se apagaron los semáforos y en la segunda vuelta, llegando a la frenada de La Caixa, tuvo ‘la suerte de los campeones’. Salió airoso de una maniobra de Lorenzo después de que su instinto le dijera que tenía que adelantar al italiano, evitando una caída múltiple y, sin sus principales adversarios en pista, decidió poner, de nuevo, tierra de por medio. Un dato demoledor: de las 166 vueltas que se han dado este año él ha liderado 111. Impresionante.

EL 'STRIKE' DE LORENZO EN LA 2ª VUELTA

Fue la maniobra del gran premio, sin duda, y va a dar mucho que hablar. Jorge Lorenzo provocó un ‘strike’ en la frenada de la curva de la entrada al Estadi, la 10, y al perder el tren delantero de su Honda se llevó por delante a Andrea Dovizioso, Maverick Viñales e, indirectamente, a Valentino Rossi, que tropezó con su moto. Los dos primeros pidieron una sanción para el mallorquín, especialmente el de Roses, que fue a dirección de carrera a pedir un castigo ejemplar, que saliera el último en Holanda, echándole todas las culpas de lo sucedido.

Jorge admitió su error y “pidió perdón”, pero al mismo tiempo atacó duramente el diseño de la variante que se utiliza, remarcando que es un embudo y pidiendo -opinión a la que se sumó Rossi-  que se volviera a la antigua y no la actual, que usa la F1.

El Circuit decidió cambiar esa curva por cuestiones de seguridad, ya que en caso de un accidente el muro quedaba cerca y era peligroso. La línea de compromiso entre espectáculo y seguridad es muy fina y, muchas veces, se traza en función de las necesidades del piloto y las características de su moto.

MOTO3 O 'LA LEY DE LA JUNGLA'

La maniobra del gran premio fue el ‘strike’ de Lorenzo en la segunda vuelta, lo que provocó, probablemente por su trascendencia, que quedara en segundo o tercer término la escalofriante carrera que nos depararon los pilotos de Moto3.

Hubo catorce caídas y maniobras tan vertiginosas que nos pusieron los pelos de punta. Hubo algún momento en que temí algún accidente de gravedad porque parecía, simplemente, que más que una carrera de motos estábamos en ‘la ley de la jungla’, es decir, que sobre el asfalto valía todo.

Más de uno aboga porque la Dirección de Carrera reúna a toda la parrilla de Moto3 y explique a estos futuros campeones qué es y en qué consiste una carrera de motos, poniéndoles sobre las mesas unas normas a seguir sobre la pista. No se puede confundir el espectáculo con la peligrosidad y las maniobras sobre la moto deben de tener un orden. Hay cosas, como los movimientos cruzados en las rectas, que no se pueden permitir. El motociclismo es maravilloso, pero no vale todo. Hay que frenarlo.