En manos del talento de la juventud

Nico sentenció al Elche en el tramo final del partido

Nico sentenció al Elche en el tramo final del partido / Javi Ferrándiz / Diario SPORT

Pichi Alonso

Pichi Alonso

El Barça ofreció su mejor versión desde la llegada de Xavi al banquillo. La primera mitad estuvo plagada de detalles positivos y que invitan a un cierto optimismo. En primer lugar, la circulación del balón fue más rápida de lo habitual, los jugadores exhibieron una mobilidad más que notable y los desmarques de ruptura en profundidad estuvieron a la hora del día.

Virtudes que se tradujeron en mejorías individuales claras. Empecemos por Jutglà: gol de 9 puro a la salida de un córner y contribución decisiva en el segundo, arrastrando al defensa para dejar camino libre a Gavi. Abde y Dembélé no se despejaron de sus respectivas bandas. Por cierto, el marroquí volvió a brillar más que el francés.

Y atención con Gavi, que aportó mayor profundidad y una enorme verticalidad sintiéndose muy cómodo jugando justo por detrás de Jutglà.

Los errores de siempre

Imposible disfrutar de una victoria plácida. Una vez más, los errores defensivos penalizaron, y mucho, al equipo. Ter Stegen sigue sin andar fino, Araujo perdió la marca de Pere Milla en el segundo y, en líneas generales, los centrales estuvieron blandos. Fue la cara negativa del equipo.

Incidir en las prestaciones de un Gavi que llega, asiste e incluso ve portería. En estos momentos se ha erigido en una pieza fundamental en los metros finales del equipo. Además, su compenetración con Abde y Jutglà ha aportado un aire nuevo a un Barça necesitado de oxigenación.

Y es que en estos momentos, en plena fase de reconstrucción del equipo, nadie puede cuestionar que los chavales llevan el peso del equipo. En ataque se ven claros síntomas de mejoría y hay motivos para la esperanza. En defensa, aún queda mucho terreno por recorrer.