Manos negras y justificaciones blancas

La mano de Militao acabó siendo penalti

La mano de Militao acabó siendo penalti / EFE

Carme Barceló

Carme Barceló

Dicen que la alegría se vive por barrios, pero la presión hacia los árbitros parece potestad de la zona alta (léase Madrid y alrededores). Una Liga en juego, cuatro aspirantes al título que han sumado alegrías y desencantos a partes iguales en distintas fases de la competición y en la capital han decidido que todo gire en torno al VAR. Cierto es -y aquí lo he escrito en diversas ocasiones- que el invento debe mejorar sustancialmente y que, a día de hoy, ha dado más disgustos que alegrías. Los entrenadores no saben por dónde cogerlo y ello dificulta su traslación a los jugadores, que tampoco lo tienen demasiado claro y son los que están a doscientas mil revoluciones por minuto en el terreno de juego. Los del monitor delante, que deberían ser los que proyectaran luz en la oscuridad, acaban envolviendo en sombras muchas jugadas polémicas. Total, que esta inseguridad y una praxis que genera dudas acaban dando munición a los que ven la Liga como la única opción de salvar los muebles. No vayan a ser Courtois y Benzema los únicos que lo hagan.

Esta semana la cosa va de manos. La de Militao, la que mece la cuna y la negra, que ha sido incluso portada de un diario de la capital del reino. Ventiladores a todo trapo. Sobredosis del ‘¡Arriba las manos, esto es un atraco!’. Ya saben, lo de siempre pero agravado por la situación de un Real Madrid apeado de la Champions League y de la Copa del Rey ante una única salida digna. El Barça, que ha hecho lo que ha podido y lo que ha sabido en una temporada de absoluta transición marcada por las crisis económica e institucional, dejó escapar anoche el liderato y la Liga. Y el Atleti, que nunca acabó de creerse lo de estar tantos puntos por encima del más inmediato rival, se agarra al ‘partido a partido’ de Simeone sin meterse demasiado con los colegiados. 

En lo que coinciden los tres técnicos es en sus críticas, más o menos ácidas, al colectivo de la camisa negra. Incluso Butragueño, viéndolas venir, se ha subido al carro. Cerezo ya dijo la suya, Laporta sigue en ese silencio prudente que le han recomendado y Florentino Pérez ya hizo en su día aquella llamada a Rubiales tras el famoso ‘todo OK, José Luis’. Ya saben: él lo tiene todo más a mano.

El 'me gusta' de Ramos que no gustó

La novela por entregas que se está escribiendo sobre el futuro de Ramos ha añadido un nuevo capítulo. El capitán del Real Madrid dio ‘like’ (‘me gusta’) al ‘post’ que compartió Neymar sobre su renovación por el PSG. Me cuentan que ni dentro de la casa blanca ni en los entornos madridistas ha gustado nada esta reacción del de Camas, que con ella da a entender muchas cosas. Eso sí, que tenga claro Sergio que la prioridad de Al Khelaïfi se llama Leo Messi.

Barça femení: envidia ¿sana?

La apuesta del Real Madrid por el fútbol femenino llegó cuando Florentino Pérez vio que le salían los números y que la realidad -y la sociedad- le empujaban a ello. Que el eterno rival fuera sumando títulos empezó a preocupar a la parroquia merengue. Y ver que este domingo disputa su segunda final de Champions ha despertado una cierta envidia. ¿Sana? Ojalá.

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