El mal negocio de Paco Alcácer

Alcácer frente al Alavés

Alcácer frente al Alavés / Joan Ignasi

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

El fichaje de Paco Alcácer fue un mal negocio. El Barça se equivocó la pasada temporada pagando 30 millones de euros por el delantero del Valencia cuando tenía en la plantilla a dos canteranos como Sandro y Munir. Sobre todo sabiendo, como se sabía, que su destino era, en el mejor de los casos, el banquillo. Con el tridente Messi-Suárez-Neymar, las opciones de Alcácer de jugar eran casi nulas. Y así sucedió. Luis Enrique apenas contó con el delantero, que estuvo a punto de ser traspasado este mismo verano. Con el cambio de entrenador y la huida de Neymar al PSG alguien pensó que sus opciones podían cambiar. Pero nada más lejos de la realidad. Un nuevo error porque Ernesto Valverde le ha arrinconado en la grada (en cuatro partidos ni siquiera ha sido convocado) y solo ha jugado 122 minutos en los 12 encuentros que ha disputado el Barça hasta ahora.

La explosión del goleador del Barça B Jose Arnáiz aún complica más el futuro de Alcácer. Todo parece encaminado a una salida en el mercado de invierno. Pero por un precio mucho menor que esos 30 millones de euros que se pagaron hace solo catorce meses. El delantero valenciano, que no ha tenido oportunidades ni siquiera tras la lesión de Dembélé, se ha depreciado de forma alarmante. Como le ha sucedido a otros de los pésimos fichajes realizados a lo largo de los últimos años. Arda Turan, por ejemplo. El turco, aunque no lo parezca, continúa siendo jugador del Barça…

Si Arnáiz acaba dando el salto al primer equipo en la Copa, Alcácer deberá entender que su carrera futbolística como blaugrana se ha acabado. De hecho, habrá sido efímera. Y no porque no sea un buen delantero (que lo es), sino porque no es el delantero que necesita el Barça. Cualquier futbolista del filial podría estar haciendo ahora su papel. Y gratis.