Luis Enrique, el líder que ha creado un equipo de la nada

Luis Enrique, durante el Suiza-España de la Eurocopa 2020

Luis Enrique, durante el Suiza-España de la Eurocopa 2020 / EFE

J.Mª Casanovas

J.Mª Casanovas

Lo primero que quiero decir es que Luis Enrique se ha convertido en un líder. El líder de la Roja no está en el césped, está en el banquillo. Su mérito es grande por mucho que lo critiquen, ha creado una equipo de la nada con sus virtudes y defectos; valiente, luchador, desacomplejado y tozudo. Los jugadores, salidos de aquí y de allá sin un crack que marque diferencias, tienen fe ciega en el seleccionador y le han dado la razón plantándose en semifinales.

Luis Enrique ha cambiado, el duro golpe que le dio la vida lo ha hecho más fuerte, más seguro de sí mismo. Prueba de ello es que después de que estallara la crisis del Covid con el positivo de Busquets, confesó con la mayor naturalidad: “Esto es cosa de niños comparado con algunas cosas por las que he tenido que vivir”. Es el mejor psicoanálisis que podía hacer. No se puso nervioso, esperó la recuperación del centrocampista del Barça y el equipo fue de menos a más de forma evidente. Como entrenador tiene más experiencia y la ambición de siempre. Como persona ha ganado confianza y muestra una fe elogiable en sus convicciones.

Para valorar el buen papel que están realizando en la Eurocopa, hay que recordar que la España de Luis Enrique no ha partido de una base sólida como fue el Barça de Guardiola en el once de Del Bosque que ganó el Mundial 2010. Tampoco ha podido echar mano del Real Madrid porque sus jugadores nacionales no daban la talla. Del campeón de Liga, el Atlético, solo hay un titular indiscutible, Koke. El denominador común es la juventud y la ilusión. No ha sido fácil conjuntar el bloque.

Si analizamos la base sobre la que ha construido Luis Enrique el once titular que le ha llevado a la fase final de Wembley, reconoceremos el buen trabajo realizado. Unai Simon, una apuesta personal suya, ha pasado de villano a héroe. Todo un descubrimiento. Azpilicueta, que en la selección nunca había brillado, aporta experiencia tras ganar la Champions con el Chelsea. Laporte, un central desechado por la selección francesa, ha hecho olvidar a Sergio Ramos. Pau Torres y Eric Garcia son fiel reflejo del futuro que viene. Jordi Alba ha recobrado protagonismo tras su distanciamiento con Luis Enrique. Chapeau a Busquets que es el único superviviente de Mundial de Sudáfrica once años después. Pedri se ha convertido en el mejor sub-20 del campeonato con una proyección fantástica. Koke es fiel reflejo del sacrificio y fuerza que imprime Simeone. El discutido Morata se ha ganado la titularidad con trabajo y entrega. Ferran Torres y Rodri son dos Guardiola-boys que van a más. Sarabia es un emigrante mas valorado aquí que en Paris.

Luis Enrique puede estar orgulloso de sus chicos aunque algunos continúen poniendo en duda su talento. Está vacunado contra las campañas infames de la caverna madrileña y pasa olímpicamente de las críticas. Los resultados están de su lado. Es el corazón y alma de una selección en etapa de formación que ha llegado mas lejos de lo que muchos imaginaban. Todo lo que venga a partir de ahora será un regalo.

Messi es la excepción, la Liga le debe mucho

La renovación de Messi se está alargando mas de la cuenta. La culpa no la tiene el club ni el crack argentino. El jugador está de acuerdo con las condiciones que le ofrece el Barça, el problema es que su futuro contrato tiene que entrar en los parámetros económicos que fija la Liga y en época post Covid son de difícil cumplimiento.

En la vida hay unas reglas, pero siempre hay la excepción que confirma la regla. No pedimos ningún trato de favor para Messi, sino un reconocimiento a su trayectoria en la liga española. Nadie como él le ha dado fama. prestigio y audiencia en los cinco continentes. Hay que ser agradecidos y flexibles. El Barça quiere a Messi y la Liga necesita a Messi. Mas ahora que Tebas va a poner a la venta los derechos audiovisuales para las próximas tres temporadas. Un campeonato sin Messi pierde valor e interés. El jugador esta dispuesto a hacer un esfuerzo bajando sus emolumentos y alargando el cobro.

El club trabaja a fondo para bajar la masa salarial en consonancia a la caída de ingresos. Hay que encontrar pronto una solución para cuadrar los intereses de las tres partes y hasta el momento Tebas muestra una falta de colaboración notable. Messi es el icono de la Liga española en el mundo y hay que actuar en consecuencia. Laporta tiene que convencer a Tebas antes que el jugador pueda pensar que el fútbol español no lo quiere. En Madrid más de uno preferiría ver jugar a Messi en París o Manchester.