Los tres 'fichajes' del Barça para ganar la Champions

A Messi no se le resistió el PSV en el Camp Nou

A Messi no se le resistió el PSV en el Camp Nou / AFP

Ernest Folch

Ernest Folch

El Barça exhibió poder, ambición y talento en una noche más sufrida de lo que indicó el marcador. Una vez más, no sabremos qué habría sido de este partido sin la aparición angelical de rigor de Leo Messi, que envió al fondo de la red un libre directo suave y de terciopelo, ejecutado a cámara lenta, cuando no había nada que lo desempatara. El PSV salió bien plantado, más germánico que holandés, y había diseñado el plan perfecto para colapsar al equipo de Valverde. De hecho lo consiguió, pero una cosa es atascar al Barça y otra muy diferente atascar a Messi, que en su universo paralelo consiguió un hattrick más y una portentosa exhibición de distribución del juego.

Digamos que Messi es hoy el gran supermercado del pase culé, y el equipo parece no dar abasto para asimilar tanta capacidad de distribuir fútbol. Lo fascinante es que el pase atrás hacia el mediocampo que ha dado el argentino no ha mermado ni un ápice su inverosímil capacidad goleadora, confirmando que sus aptitudes futbolísticas no se sustituyen sino que sencillamente se acumulan. En el universo normal, donde juega el resto, sucedieron cosas más previsibles: Valverde salió con el once de gala anunciado, que hoy en día es el pasaporte más seguro a cualquier victoria.

Hay algo de ‘déja vu’ en todo lo que vemos en este arranque de temporada: el entrenador se aferra a un once de gala, se encadenan las victorias, y se celebra un arranque tan positivo como esperanzador. Pero visto el batacazo de los últimos años en la primavera, habrá que ser precavido y esperar que, esta vez sí, se dosifiquen las fuerzas correctamente a la espera del momento de la verdad. Sin embargo, hay que decir que en el once tipo hay esta temporada dos grandísimas novedades, que no lo son pero como si lo fueran: Coutinho está cada vez más acoplado al juego, aunque tiene una tendencia natural a huir de su rol de medio para irse hacia delante, y Dembélé está en plena explosión: ayer el ‘mosquito’ marcó su mejor gol con la camiseta blaugrana tras una fabulosa conducción, y da la sensación, ahora sí, que ha encontrado la manera de optimizar su físico prodigioso en un sistema como el blaugrana en el que no es fácil encontrar los espacios.

Hay que recordar que el año pasado el Barça no contaba con Coutinho en la Champions, y tenía a Dembélé lesionado o en estado semivegetativo. Para rematarlo, aparece este nuevo Messi, enésima regeneración de si mismo en su estrenado rol de capitán, que desde el primer partido nos dice a todos que quiere la Champions. En resumen: el Barça ha hecho tres grandes ‘fichajes’ para optar a ganar la Champions. Lo que es seguro es que hay licencia para soñar.