Los primeros aciertos de Koeman

Es solo una victoria. Una, pero hay que darle el valor que se merece. A excepción del lesionado Ter Stegen y del repescado Coutinho, el resto del once que saltó al campo contra el Villarreal estaba en el equipo de la pasada temporada. En poco tiempo, Koeman le ha imprimido su sello al Barça. Defensivamente es más sólido, más físico, en ataque es vertical y veloz y tiene una buena lectura de partidos, buscando espacios que antes no encontraba.

Koeman se ha atrevido a lo que muchos consideraban una herejía: a un cambio de dibujo táctico. Rijkaard, Guardiola, Martino, Luis Enrique y Setién apostaron por un ataque de tres, pero ahora el camino es diferente… y los beneficios ya se aprecian porque Busquets y Alba, dos jugadores señalados, mejoran su rendimiento o Coutinho, a quien nadie quería, le recupera.

En muy poco tiempo, gracias a unos cambios tácticos, Koeman está convenciendo a los jugadores y facilitando que aflore su talento. Ha logrado diagnosticar el problema del Barça y darle soluciones rápidas.

Esperemos que esto tenga continuidad, porque el trayecto es largo, pero ha empezado bien. El partido contra el Villarreal tiene mucho valor, aunque también es justo reconocer las enormes facilidades que le dio el cuadro castellonense.

Se trata de la primera referencia importante en la que el equipo azulgrana demostró saber a lo que jugaba, con más intensidad en defensa y sólido, con unas ideas tácticas claras como la del intercambio de laterales (cuando uno sube el otro no para reforzar la defensa en el caso de una pérdida) o un doble pivote que aporta un balance defensivo más equilibrado. Con la primera decisión recuperas la proyección de Alba y con la segunda a Busquets, dos que por contrato, sueldo y talento todavía les queda mucho

recorrido en el club. Koeman les está sumando para la causa al buscarles un hábitat adecuado.

El tercer caso es el de Coutinho, a quien no veíamos ni de interior ni de extremo. Con el cambio de dibujo, de mediapunta encaja mejor al tener una libertad de movimientos. Koeman puede sacar, por fin, rendimiento al fichaje más caro de la historia del club.

El que paga los platos rotos es Luis Suárez, chivo expiatorio de la derrota en Lisboa. Pese a que su traspaso es discutible, su ausencia libera espacio para que otros puedan crecer como Ansu Fati o Griezmann.

Una cosa es tener a dos jugadores que influyen o condicionan la alineación (Suárez y Messi) y otra es contar solo con uno. Con este nuevo escenario, Ansu y Griezmann pueden abrir unas puertas cerradas. Y así es como el más talentoso, el más listo de la clase es quien saca más tajada.

Desde la aparición de Messi o de Raúl, el fútbol español no había vivido una irrupción como la de Ansu, capaz de brillar con 16 años y de consolidarse con solo 17. La exhibición con España y la del partido contra el Villarreal es la confirmación de que estamos ante alguien muy especial.