Los jugadores son los responsables

No le den más vueltas. La crisis de resultados y de juego que viene mostrando el Barça en los últimos tiempos muy poco tiene que ver con Valverde o ahora con Setién. Echar al entrenador siempre es el recurso más fácil, porque es el eslabón más débil de la cadena. 

Cierto es que el talante, el carácter y la inteligencia táctica de un técnico puede tener influencia en el rendimiento colectivo de un equipo, pero... al final, a la hora de la verdad, son los futbolistas, con su calidad, su actitud, y condición física, los que hacen que la balanza se decante hacia un lado u otro. ¿Cuántas veces han oído eso de “los jugadores se han cargado al entrenador” aunque fuera de forma metafórica? Pues eso. Ellos tienen el poder.

El Barça actual está entrando en una decadencia que se veía venir desde hace tiempo, por mucho que haya ganado las dos últimas ligas. Los ‘petardazos’ de Roma y Liverpool, así como la última final de la Copa del Rey frente al Valencia, fueron síntomas que se han confirmado esta temporada en Granada, en el campo del Levante o en Mestalla, por poner unos ejemplos. Un equipo irregular y plano en demasiadas ocasiones. Hay jugadores, muchos por desgracia, que ya no están al nivel de antaño. Y eso forma parte de la vida, no hay que criminalizarlo. El problema radica en que ellos mismos no son capaces de reconocerlo ni los técnicos de verlo con suficiente antelación.

Estamos en el mes de febrero y la cosa pinta muy mal. El fútbol del Barça y el rendimiento de algunas de sus grandes estrellas no animan al optimismo. No queda más remedio que confiar en ellos hasta que la temporada... dicte sentencia.

La clave

Muchos jugadores ya no están al nivel de antaño y eso está pasando factura.