Los 'ismos' en el Barça

Pedri ya había estrenado su cuenta anotadora con el Barça en Champions ante el Ferencvaros

Pedri ya había estrenado su cuenta anotadora con el Barça en Champions ante el Ferencvaros / EFE

Xavi Torres

Xavi Torres

Y en el Barça, elecciones a 24 de enero. Aunque parezca mentira por la crisis económica y por el caos reinante, puede haber diez precandidatos, por edad, Juan Rosell, Joan Laporta, Agustí Benedito, Pere Riera, Emili Rousaud, Lluís Fernández Alá, Toni Freixa, Víctor Font. Más de la mitad no pasarán el corte pero su aportación al debate debe ser interesante, especialmente, en este momento. Sin embargo, desde siempre, hay corrientes de opinión que tratan de poner sobre la mesa la necesidad de acabar con los famosos ismos porque, según dicen, son perjudiciales para la entidad. ¿No será todo lo contrario? ¿De verdad, pensamiento único? La discrepancia refuerza siempre, de la misma manera que, para el que gane, una oposición fiscalizadora va a obligarle a ser muy riguroso en su gestión para el beneficio, en último término, de la propia entidad.

El Barça, que hasta no hace mucho había sido solo ‘Más que un club’ por razones no deportivas, ha vivido (casi) siempre de su singularidad, de su apuesta por la defensa de unos valores universales que han permitido a muchos ciudadanos de fuera de Barcelona sentirse cómodos con sus posicionamientos. El club debe convivir con la lógica de la multinacional en que se ha convertido sin olvidarse de sus esencias porque en este caso, el Barça deja de ser el Barça. El debate es deportivo, por supuesto, pero también social, económico y político.

Se trata de respetar la democracia, de luchar por la memoria histórica -el Barça tiene un presidente asesinado por el franquismo-, la lengua, la cultura y las libertades, también, de los presos políticos; contra la xenofobia, el machismo (¡todavía ni una sola precandidata!) y el racismo; contra las desigualdades, la marginación, las crisis humanitarias... Y todas estas cuestiones toca de batirlas y conseguir, por fin, un redactado valiente de los Estatutos en que consten sin complejos sus obligaciones y no las excusas para limpiar los dolores de barriga de algunos en lo que se ha venido a llamar responsabilidad social corporativa.

El Barça no es el gobierno de un país pero su gente es la que le ha dado este valor diferencial que lo ha convertido en lo que es. Y olvidarse de hacer país -no hacer política de partido- es darle la espalda a la historia. Y ahí caben todos los ismos para debatir sobre lo que los candidatos van a poner en su boca: construir el mejor Barça de la historia. ¿Cómo? ¿Al final de la era de los Messi, Piqué, Sergio y compañía? ¿Sin dinero para la renovación? ¿Con un estadio por hacer? Debate de ismos o más caos.

Ahora sí, La Masia

Más allá de la necesidad parece que, por fin, La Masia va a ser protagonista por convencimiento. La obra del Laporta presidente, en este sentido, es monumental; Benedito y Freixa ya hablaron hace cinco años de sus sueños; Font quiere a Xavi y todos sabemos lo que piensa el técnico del Al Saad; Ferré, Fernández Alá y Riera también han insistido en el tema y Vilajoana ha mostrado el camino de la recuperación de la base culé en solo ocho meses tras la gestión de Sandro Rosell y Bartomeu en los nueve años anteriores. A Rousaud y Juan Rosell habrá que escucharles. La cuestión es tan clara que solo hay que darse una vuelta  por la convocatoria de la selección española para darse cuenta de la magnitud de la tragedia.

Ahí están Sergio (32 años) y Sergi Roberto (28) -Ansu Fati (18) no, por lesión- pero también Bellerín (25, Arsenal), Adama (24, Wolwerhampton), Cucurella (22, Getafe), Olmo (22, Leipzig) y Eric García (19, Manchester City), todos ellos exbarcelonistas que por falta de proyecto o de oportunidades se marcharon del Barça y hoy triunfan en sus equipos. También están Fabián (24, Nápoles), Rodri (24, ManCity), Oyarzábal (23, Real Sociedad) y Ferran (20, ManCity), jóvenes en su día ofrecidos al Barça y descartados vaya usted a saber por qué. Con Ter Stegen, Dest, De Jong, Pedri -gran acierto del cluby alguno más, y dando por buenos un par de errores -es imposible acertar siempre- uno podría imaginarse un Barça de futuro esperanzador, más o menos todo lo contrario de lo presente. 

'No' a Neymar

Es muy bueno jugando a fútbol pero su histórico en el FC Barcelona y el contencioso que mantiene abierto con el club lo deberían descartar para su regreso. No vale todo. Será interesante escuchar la opinión de los candidatos al respecto.

Aleñá y Riqui

Carles Aleñá tiene 22 años y Riqui Puig, 21. El primero ha jugado siete minutos en toda la temporada y el segundo, nueve. En su demarcación juega Pedri, un niño de 17 años que no solo ha convencido a Koeman sino también a la afición. ¿Cómo se progresa sin jugar? Alerta.