Los grillos de la buena suerte

Los grillos, un clásico en China

Los grillos, un clásico en China / SPORT.

Siro López

Siro López

Cumplimos hoy quince días desde que salimos de Madrid destino Canton. Después de tres sedes, dos fases y cinco partidos se empieza a hacer algo largo este Campeonato del Mundo. En los últimos años la FIBA ha decidido diversificar este tipo de eventos y ello obliga a equipos y medios de comunicación, a desplazamientos a veces largos y ,en ocasiones, incomodos y cansados. Por poner un ejemplo estos cuartos de final España y el resto de selecciones clasificadas, los van a jugar con menos de cuarenta y ocho horas de descanso entre el final de la segunda fase y el inicio de los cruces que van a clasificar a unos y a otros para la lucha por las medallas en Pekín. Este será él último desplazamiento de los nuestros independientemente del resultado que hayamos tenido ante los polacos. Si se gana viajarán  el jueves para jugar el viernes el partido de “semis” y si pierden, jugarían, ese mismo día, aquí en Shanghái para desplazarse, a la capital de China, en la mañana del viernes. 

Pero no adelantemos acontecimientos que lo que haya pasado ya se lo cuentan en la crónica de al lado. Nosotros a lo nuestro . Recién llegados a Shanghái y dado el poco tiempo que, en teoría, vamos a estar por estos lares, dedicamos la jornada vespertina del lunes primero a escuchar en rueda de prensa las opiniones de Sergio Scariolo y después a conocer el “Shanghái la nuit”.  Impresionante la imagen nocturna  del Skyline y no menos espectacular la imagen diurna de la Torre que pasa por ser el edificio mas alto de China y el segundo del mundo tras el Burj Khalifa de Dubái. En total son 632 metros y 128 plantas que a veces no se pueden apreciar en toda su dimensión por la bruma que genera la enorme contaminación de esta ciudad de 24 millones de habitantes.

A la espera del partido de la tarde ante los polacos, la caminata matinal de quien suscribe ha sido de las que hacen época. SI el marcapasos del reloj no engaña en total han sido 21 los kilómetros recorridos a lo largo de la mañana. Ha habido de todo. Desde un mercado de pajaros y flores en donde vendían grillos en tubos de bambú  (me cuenta el fotógrafo de Marca que por estos lares llevarlos trae buena suerte)hasta templos budistas y taoístas que de todo hay en la viña del señor.  Paseo por la Ciudad Vieja y ya antes del regreso al hotel, hemos conocido el metro de Shanghái,  era obligada una vuelta por la que dicen las guías, es la vía urbana más espectacular de China. El Bund (“terraplén cerca del agua”) que ese es el nombre de ese paseo al lado del rio, te ofrece la vista  del Skyline del que antes hemos hablado, pero también permite disfrutar de un montón de edificios coloniales construidos, la mayoría de ellos, en los años veinte del siglo pasado.