Los fichajes de Bartomeu y Florentino

Arthur, Lenglet y Malcom son los fichajes que, hasta el momento, ha cerrado el Barça a tres semanas justas del inicio de la Liga. Y Vinicius, Rodrygo, Odriozola y Lunin, las caras nuevas que Florentino Pérez ha conseguido reunir para el Madrid. Ni los aficionados barcelonistas ni, mucho menos, los madridistas, que todavía están llorando por Cristiano Ronaldo, están contentos. No son nombres ilustres ni que ilusionen. No en vano, ninguno de los fichajes de Bartomeu son internacionales y los nuevos jugadores blancos no dejan de ser promesas que prometen mucho pero veremos si cumplen. Por lo menos, el Barça mantiene a Messi, hizo gran parte de los deberes con Coutinho y los que ahora ha fichado vienen a reforzar posiciones insuficientemente cubiertas, pero el Madrid si algo tiene bien cubiertos son la portería y los laterales, y sin embargo no hay noticias sobre un goleador. A los madridistas, que les digan que Benzema se convertirá en goleador por arte de magia y que Bale será el nuevo líder no les sirve, quieren un crack mediático. Y están de los nervios. 

ESTO HA CAMBIADO

El caso es que tanto Bartomeu como Florentino intentan fichar a estos cracks incuestionables, pero la ley del mercado es implacable y ahora los que cortan el bacalao son los clubs propiedad de multimillonarios con cartera inagotable o que incluso cuentan con presupuestos estatales detrás, ya saben, PSG, City, Chelsea... Ellos dominan ahora el cotarro y si todavía no dominan en títulos es porque Messi y Cristiano Ronaldo han marcado época en el Barça y el Madrid. Pero esto ha cambiado, los dos grandes españoles ya no tienen la fuerza del dinero y los nuevos Messi y Cristiano se les resisten. Sin ir más lejos, el Atlético aguantó al Barça el pulso por Griezmann, algo impensable hace unos años, y el Madrid no hace ni cosquillas al PSG con lo que ofrece por Neymar y MBappé. Ni al Chelsea por Hazard. Ni al Tottenham por Kane... Los próximos Messi y Cristiano se alejan y hay que conformarse con opciones que no son las primeras o apostar por jóvenes a precios desorbitados, que es lo que hace el Madrid. Puede que la flauta suene alguna vez, pero solo puede... Esto ha cambiado, está claro.