Los destinos de Real Madrid y Mourinho empiezan a cruzarse

Foto de archivo tomada el 6 de octubre de 2018, al entrenador portugués, José Mourinho, hace un gesto durante el partido de fútbol de la Premier League inglesa entre el Manchester United y el Newcastle en Old Trafford en Manchester.

Foto de archivo tomada el 6 de octubre de 2018, al entrenador portugués, José Mourinho, hace un gesto durante el partido de fútbol de la Premier League inglesa entre el Manchester United y el Newcastle en Old Trafford en Manchester. / AFP

Ernest Folch

Ernest Folch

El Manchester United puso fin ayer a la agonía de Mourinho, que lleva meses arrastrándose en un banquillo desde el que ya no ejercía ninguna ascendencia. Hacía mucho tiempo que habían dejado de creer en él los jugadores, los propietarios del club y la afición. Porque el que se hacía llamar ‘The Special One’ está desde hace tiempo en un proceso de decadencia creciente, en el que el personaje ya no es capaz de tapar el entrenador superado.  Sin embargo, su destino parece volver a cruzarse con el del Real Madrid, que está en una situación de provisionalidad tras la marcha de Zidane, el fracaso de Lopetegui y el anuncio de Solari, divulgado en un comunicado y sin ninguna fanfarria, para subrayar su carácter interino.

Mientras la evolución de Mourinho parece indicar que es difícil que pueda seducir a ninguno de los clubs ‘top’ de Europa, lo cierto es que en el Madrid sigue ejerciendo una curiosa fascinación, desde que se le encargó la misión imposible de parar, por las buenas o por las malas, al Barça legendario de Guardiola. Aquella historia terminó como todos sabemos, con el Barça pasando por encima de Mourinho, pero aun así Florentino quedó prendado del portugués, hasta tal punto que no renegó de él ni siquiera en el día en el que lo cesó. La ruptura no provocó un distanciamiento sino más bien una continua nostalgia de los viejos tiempos en los que había que combatir, ni que fuera con dedos en el ojo, el delicioso Barça que asombraba al mundo.  Ahora el guionista del fútbol parece estar preparando un increíble cruce de destinos: el Madrid vaga sin creerse su propio entrenador, Mourinho vaga sin club. Los dos corren peligro de devaluarse, los dos se necesitan, los dos pueden salvarse mutuamente. Puede ser todo lo rocambolesco que se quiera, pero sin duda es posible. Y hasta puede ser probable.