MI VERDAD

Los contratos de Neymar, como los papeles de Bárcenas

Josep Maria Casanovas

LAS CLÁUSULAS, PAPEL MOJADO. Los contratos de Neymar, mal que le pese al Barça, van a seguir el mismo camino que los papeles de Bárcenas. Con la gran diferencia que al jugador brasileño y a su padre no les pasará nada, no irán a la cárcel como el tesorero del PP, pero no podrán evitar que el escándalo y la polémica salpiquen a todos. Las cláusulas de confidencialidad serán pronto papel mojado. Cuando el juez Ruz acepte la querella, los contratos serán portada en la prensa madrileña. No debería ser así, pero así de mal funciona la justicia española. Es un caso que despierta mucho morbo hasta el punto que algunas televisiones lo quieren retransmitir como si fuera un partido de fútbol. El presidente Rosell se ha ofrecido a colaborar con la justicia y pide celeridad para que esto no se convierta en un culebrón de cinco meses. En Madrid, cualquier tema que afecte a Catalunya o al Barça se trata ahora con especial dureza. Cuando aparecieron en la prensa los papeles de Bárcenas parecía que Mariano Rajoy estaba contra las cuerdas. Meses después, el denunciante sigue en la cárcel y los políticos que cobraron sobres han salvado el cargo mintiendo como ladrones. En el caso Neymar sabemos cómo comienza, pero no cómo acabará.

FIN DE LA CONFIDENCIALIDAD. Habría que plantearse la posibilidad de que las cláusulas de confidencialidad desaparezcan de los contratos del fútbol español. En la Premier inglesa no existen. Cuando renueva un jugador, caso reciente de Luis Suárez en el Liverpool, el club anuncia el salario semanal que percibirá con la mayor naturalidad. En el caso de Neymar el club se ha agarrado a la confidencialidad como si fuera un clavo ardiendo. Si el Barça no las impone, ¿por qué debe aceptar un silencio que le perjudica? ¿Acaso no pagan los jugadores los impuestos como cualquier españolito de a pie? El Barça es de los socios y no se puede ocultar información importante. En campaña electoral se prometió transparencia y hay que cumplir. De lo que acabe sucediendo en el caso Neymar el Barça tendrá que sacar conclusiones de cara al futuro. Fichajes con “ingeniería negocial” no se pueden repetir.