Los 31 años y el físico de Leo Messi

Más allá de la pesadilla que, de momento, vive Messi en el Mundial, lo que está claro es que a Leo no se le puede juzgar por los problemas con Argentina, si no por los diez o doce años que lleva como mejor futbolista del mundo. Si algo hay incuestionable es que a nadie se le pueden negar reconocimientos por no haber ganado un título determinado, por muy importante que sea. Maradona, por ejemplo, no ganó nunca la Copa de Europa, entre otras cosas porque jugó en un Barça menor y eligió luego un Nápoles que no alcanzaba los mínimos para ser el más grande de Europa.

A Diego le pasó lo contrario que a Leo: le falló el Barça y le acompañó Argentina. Pero la cuestión no es la comparación entre astros, si no poner en valor la densa y única carrera de Messi ahora que cumple 31 años y no se atisba en el horizonte ningún signo de flaqueza.

ESFUERZO. Sí, porque hoy es San Juan y Leo cumple 31 años. Debutó con diecisiete; o sea que lleva catorce desplegando magia, talento y espectáculo, pues Messi es grande desde el primer día, desde el primer gol, aquella maravilla al Albacete, desde el primer hat-trick al Madrid con solo diecinueve años... Hoy quiero felicitarle por el esfuerzo que ha desbordado para mejorar en el único aspecto en el que no era el mejor: su constitución física. Sin esa voluntad férrea no hubiera llegado hasta aquí como el número uno. Son más de sesenta partidos por temporada, siempre al máximo nivel. Imposible si no se se alcanza, y mantiene, una forma física perfecta. Hubo un momento peligroso en su carrera, aquella etapa de lesiones, de alimentación defectuosa (¿recuerdan el choripán?).

Lo cómodo era seguir tirando de pierna izquierda y de buena vida, como hicieron otros, Maradona y Ronaldinho, sin ir más lejos, pero Leo eligió lo difícil: el trabajo y el sacrificio. Este es su mérito. Nunca el fútbol, el Barça ni los millones y millones de aficionados que en el mundo hay, podremos agradecérselo. Hoy cumple 31 años, ¿y qué? Está en el mejor momento de su carrera y cuidándose como se cuida y amando el fútbol como lo ama, le quedan muchos más. En el Barça, claro.