Los alicientes de la Copa

Valverde ha hecho debutar a siete jugadores del filial

Valverde ha hecho debutar a siete jugadores del filial / EFE

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Hubo un tiempo en el que la Copa salvaba temporadas. Y el recientemente fallecido presidente <strong>Núñez </strong>lo sabía. En la primera mitad de su larguísimo mandato, hasta la llegada de Cruyff al banquillo, el Barça solo ganó una Liga. Los aficionados se alimentaban entonces de títulos menores y celebraban por todo lo alto la ya desaparecida Recopa de Europa. La historia, afortunadamente, ha cambiado. Y hoy la Copa ha perdido su trascendencia para convertirse en el tercer trofeo en importancia para los culés. Aun así, sigue teniendo alicientes. Porque el Barça los busca. Un Barça que ha demostrado que le da valor al torneo ganando las últimas cuatro ediciones consecutivas. 

Esta noche, ante la Cultural Leonesa, el barcelonismo tendrá nuevos estímulos para seguir una eliminatoria que está sentenciada desde el partido de ida. El principal de ellos, ver en acción a los canteranos que aspiran, algún día, a ser la nueva columna vertebral del Barça. Empezando por Aleñá. El centrocampista, que desde ayer es oficialmente jugador del primer equipo (con dorsal, el 21, incluido), se ha ganado a pulso tener un sitio en el once de Valverde. Y no lo digo solo por el gol que marcó el pasado domingo ante el Villarreal. Aleñá ha tenido la constancia y la paciencia de ir creciendo poco a poco, superando trampas del destino como esa lesión que le dejó KO durante seis meses.

Aleñá es la gran esperanza del modelo. El relevo de esa generación irrepetible de futbolistas formados, precisamente, en aquella Masia que inventó Núñez. Si el Barça (o mejor dicho, su entrenador, en este caso Valverde) no es capaz de aprovechar el talento de jugadores como Aleñá, el club tiene poco futuro. Porque el talento, como ya visionó Núñez en su momento, hay que construirlo en casa.