Los 14 de Valverde

Hay bastante consenso en señalar que el Barça afronta la última etapa de la temporada en un buen momento. El camino hasta llegar aquí refleja una gestión de la plantilla bastante clara.

Valverde dispone de 22 jugadores, pero el círculo de jugadores de confianza de verdad se reduce a 14. Es verdad que hay futbolistas como Malcom o Aleñá que han tenido momentos puntuales de protagonismo, pero las rotaciones han vuelto a ser esta temporada muy selectivas.  

De ahí que casos como el partido ante el Huesca hayan sido la excepción. Jugadores como Murillo o Boateng fueron fichajes preventivos para cubrirse ante posibles situaciones de emergencia. Y han terminado siendo casi testimoniales.

Valverde ha preferido, manteniendo unas jeraquías evidentes, apostar por un núcleo duro, que a base de sumar partidos ha encontrado su pico de forma. Pero, a pesar de partir de esa base, ha encontrado lo que llamaremos parejas en permanente competencia. Son tres: Sergi Roberto-Semedo; Arthur-Vidal y Coutinho-Dembélé. 

En los tres casos llama la atención que los dos jugadores que luchan por un puesto son bastante distintos entre sí. Empecemos por el lateral. ¿Qué busca Valverde con Sergi Roberto? De entrada un registro futbolístico muy Barça. Un interior reconvertido que da seguridad al equipo desde el balón y que además se entiende bien con Messi.

Semedo es otra cosa; un lateral más lateral que  tiene muy buenas piernas como corrector. Valverde ha apostado por él a menudo cuando enfrente ha tenido  un equipo con extremos más marcados. Pero el fútbol a veces nos desmiente lugares comunes: Sergi Roberto controló mucho mejor a Vinicius que el portugués. 

ENTRE EL CONTROL Y EL MÚSCULO

Parémonos en Arthur y Arturo Vidal. Con los indiscutibles Busquets y Rakitic, Valverde ha rotado sobre todo al tercer centrocampista. Arthur es pausa, sensación de control y seguridad. Arturo, trabajo y verticalidad. Luis Enrique, por ejemplo, recurría a Xavi desde el banquillo en la recta de los partidos para tener el  control con el marcador a favor.

Valverde, de momento, prefiere partir de Arthur como titular y terminar con Arturo. Su fichaje tuvo mucho que ver con la salida de Paulinho. Y en ese rol parece haber encontrado su sitio el chileno. 

DEMBÉLÉ-COUTINHO Y EL DIBUJO

En el ataque Suárez y Messi comen aparte, así que la rotación de ha centrado en el tercer delantero. Tácticamente al equipo le sienta mejor Coutinho, aunque en esa posición de falso extremo  participa menos en el juego de lo que le gustaría.

Con Suárez y Leo ocupando muchos espacios -y la presencia constante de Alba por la banda- tiene mucho menos margen de acción que cuando jugaba algo más retrasado en el Liverpool. Estamos ante un jugador que necesita estar en contacto con el balón para sentirse cómodo. 

El caso de Dembélé es diferente. Ousmane es un jugador especial. Capaz de hacer goles increíble y perder balones que parecen fáciles. Lo bueno para él es que la afición parece haber aceptado esa irregularidad.

Seguramente porque intuye que hay pocos jugadores jóvenes con su potencial. Se me ocurre Mbappé y pocos más. Hasta ahora juega con mucha más naturalidad cuando lo hace por la derecha. Valverde no ha renunciado a juntarlo con ‘Cou’, pero ha sido más un recurso de segundas partes y con un marcador desfavorable. En ese contexto ha recurrido a un 4-2-4 que le ha dado buenos resultados en la emergencia.