Lluvia de hooligans en Sevilla

Hooligans ingleses durante la Eurocopa de 2016 en Francia

Hooligans ingleses durante la Eurocopa de 2016 en Francia / EFE

Pere Mas

Pere Mas

Ya estamos otra vez con los dichosos hooligans ingleses siendo noticia aunque la pelota no haya empezado a rodar. El España-Sevilla de este invento llamado “Liga de las naciones” se disputaba este lunes noche pero, a juzgar por los incidentes de domingo, parecía que ya estuviera perdiendo por 8-0.

Los enfrentamientos con los antidisturbios y los destrozos provocaron que Manu Carreño se refiriera a ellos como “¡los búfalos habituales, menos el Guadalquivir se lo han bebido todo, vienen a lo de siempre, no saben ni contra quién juegan!” mientras que Josep Pedrerol denunciaba un intento de agresión a un cámara de La Sexta exclamando “¡qué no les dejen salir de su casa, qué no les dejen montar en el avión, siempre liándola, no vienen a ver fútbol, vienen a emborracharse y a romperlo todo!”. Todo lo reseñado es grave pero sobretodo es espectacular y muy televisivo, de modo que la frontera entre lo noticiable y las ganas de sumar audiencia se diluyen.

Gana el ruido que queda huérfano de preguntas incómodas como por ejemplo: ¿Hay algún modo de limitar los movimientos de este tipo de gente si la mayoría viajan usando paquetes conjuntos? ¿Se puede evitar su presencia si no traen entrada, como los 500 que han volado a Sevilla en esta situación? ¿De dónde sacan el alcohol? ¿Es normal que a las diez de la mañana se paseen impunemente por la calle agarrados a dos cervezas?