"Me llamó Cruyff y me dijo: Este es el que tienes que traer"

Josep Mª Minguella, opinión

Josep Mª Minguella, opinión / SPORT.com

Josep Mª Minguella

Hagi recaló en el Madrid la temporada 1990-91 procedente del Steaua. Después de dos campañas se fue a Italia, al Brescia. Siempre mantuve una buena relación con él y, en general, con todos los rumanos. Corría el verano de 1994. Era año de Mundial, el de Estados Unidos. No pude ir al inicio del mismo porque esperé a que mis hijos terminaran el colegio. No quería que perdieran días de clase. Total, que fui a partir del sexto día de competición. Así que los primeros partidos los vi en Barcelona. Recuerdo que en la segunda jornada se jugó el Colombia-Rumanía en Los Ángeles. Y Hagi, sobre la media hora, metió un golazo… Recibió de Munteanu y, escorado por banda izquierda, soltó un zurdazo desde lejos que sorprendió al portero colombiano. Un gol de bandera, impresionante.

Yo estaba en casa viendo el partido tranquilamente y tenía el teléfono (fijo, entonces no había móviles) y a los dos minutos del gol empieza a sonar. Era Johan. Y me dice: “Oye -sin saludar ni nada, directo, como era él-, este es el que tienes que traer”. Y yo dije: “Este es fácil, está en el Brescia”. Además, aproveché para comentarle que me iba a Estados Unidos y que me acercaría a la concentración de Rumanía, en California, para hablar con él. “Ningún problema”, le dije cuando nos despedimos. 

En aquel momento el Barça ya no tenía a Laudrup, había terminado contrato, y necesitaba un jugador en esta posición de interior. La negociación fue muy bien, se firmó en el despacho de Gaspart. Fue algo sencillo. El Brescia no cobró una cantidad importante, sobre los 400 millones de pesetas más una participación en el Gamper. El club italiano no frenó la voluntad del jugador y Hagi, claro, encantado de la vida. 

Cuando llegó a Barcelona y se encontró con Stoichkov, lo primero que le dijo el búlgaro fue: “Tú vas a jugar de extremo derecho”. Y Hagi, sorprendido, le respondió: “¿Yo extremo derecho? Si con la derecha no sé si andar”. Bueno, el tema es que empezó la pretemporada y en el primer partido el extremo derecho fue Hagi. Y Stoichkov, riendo…  se lo recordó: “Qué te dije”.

Hagi viene regularmente. Entrena al Viitorul de Constanza, equipo en el que juega su hijo Ianis, pero siempre que puede se acerca a Barcelona con su mujer, y con Popescu. Y es que ambos están casados con dos hermanas. Primero se casó Hagi. Popescu, cuando estaba en Barcelona, con Hagi ya casado, conoció a la hermana de la esposa de Hagi y se enamoraron. Y siguen encantados de la vida.