Una Liga que nadie quiere ganar

Piqué agarra a Joao Félix

Piqué agarra a Joao Félix / AFP

Gerard López

Gerard López

Esta Liga está loca. Parece que no la quiera ganar nadie y, finalmente, la va a levantar el menos malo o el que menos errores cometa. Todos los aspirantes al título arrastran sensaciones ambiguas, de haber dejado escapar muchas oportunidades para dar la estocada. El Barcelona se acuerda del partido de Granada o del Cádiz; el Madrid, de los puntos que ha dejado contra el Betis, Sevilla o Getafe. El Atlético, del partido contra el Athletic o de los diferentes traspiés de esta segunda vuelta; y el Sevilla, del partido ante el Athletic y, sobre todo, del empate en el Alfredo di Stéfano en el descuento. Todos han cometido errores que la convierten en la competición más extraña de todas. Los aspirantes cometieron fallos que ahora lamentan y les lleva reconocer que si se les escapa esta Liga, será por culpa suya.

La final acaba en empate

Este fin de semana, el Barça no pudo contra el Atlético porque le costó meterse en el partido, fue superado física y tácticamente aunque, incluso así el equipo de Koeman reaccionó en la segunda parte y pudo ganar el partido. La primera parte fue del Atlético, que mereció irse al descanso con ventaja en el marcador. El equipo de Simeone planteó un partido defensivamente casi perfecto y el Barcelona no encontró espacios. Además, el equipo colchonero supo detectar vías de penetración en la defensa azulgrana. Era un equipo juntito, con poco más de 25 metros entre Suárez y la línea defensiva. Esto provocó que el Barcelona no encontrara a sus jugadores desequilibrantes. 

Cuando el Barcelona quiso salir con un central para encontrar superioridad en el centro del campo, el Atlético planteaba un marcaje casi individual a todos los jugadores por lo que se reducían las opciones del central. Cuando pasa esto, hay dos soluciones: un desequilibrio individual, superando a tu marca, algo complicado porque Messi es el único con capacidad de lograrlo y cuando lo consiguió, apareció la mano de Oblak, en una de las intervenciones de la Liga. El otro con desborde es Dembélé, pero entró en el minuto 75. Ya avisamos que Ousmane, incluso jugando de carrilero, podía ser clave para romper líneas y buscar uno contra uno, pero tuvo poco tiempo. Quizás porque arrastraba alguna molestia o porque Koeman tardó en darle entrada por estar en el palco, el francés apareció demasiado tarde en el partido.

La otra forma

La otra forma de superar una defensa tan bien organizada es buscar desmarques de ruptura a la espalda de la defensa. Al Barça le costó entender esta vía. La lesión de Busquets, que retrasó a De Jong, lo dificultó más, pues el holandés es un jugador capaz de romper defensas con sus subidas al ataque. Sin Busquets, De Jong careció de libertad y el Barça fue previsible. 

Tras este partido y el empate en Madrid, todo queda en el aire. La misma puntuación con una jornada menos. El Barcelona visita al Levante y solo le vale ganar para meterse líder y presionar a los dos equipos de Madrid. No le será fácil ganar la Liga pues necesita que los dos pinchen: un empate del Madrid y una derrota del Atlético. La ecuación es muy complicada. El Barça necesita un doble error, algo que no hubiera necesitado si no hubiera empatado el Madrid-Sevilla. A estas alturas, siempre y cuando quiera y no cometa más pinchazos, el Atlético es el principal favorito porque tiene dos partidos en casa y uno en Valladolid pero, como decíamos, esta Liga está muy loca y puede pasar absolutamente todo.

Felicidades al Espanyol y a Moreno

Hay que felicitar al Espanyol por el ascenso a Primera División y aplaudir a su entrenador Vicente Moreno que, en diez años como entrenador, ha logrado cuatro ascensos: dos a Segunda A (Nàstic y Mallorca) y dos a Primera (Mallorca y Espanyol). Tenía una gran plantilla y ha logrado un ascenso por todo lo alto.

El Barça prepara la final con una Liga

La mejor manera para preparar la final de la Liga de Campeones femenina contra el Chelsea el próximo fin de semana es ganando la Primera Iberdrola. Lo han hecho de forma contundente, demostrando una superioridad absoluta con sus rivales. Lluís Cortés, ahora renovado, ha sabido sacar lo máximo del equipo femenino.

La mejor final de la Champions posible

El Manchester City pasó por encima del PSG en las semifinales de la Liga de Campeones gracias a la exhibición táctica de Guardiola. Y Tuchel hizo lo propio con el Real Madrid. El City-Chelsea es la mejor final posible porque han demostrado estar a un nivel superior. Solo el Bayern hizo méritos para estar allí.