La Liga de los salarios

No es el caso del Barça, que afortunadamente es propiedad de sus socios, pero el negocio del fútbol está dominado por las sociedades anónimas y el éxito o el fracaso de las sociedades anónimas se mide por la rentabilidad de sus inversiones. Así que vamos a echar una mirada a esas rentabilidades. ¿Y saben lo mejor? En el fútbol español el que mejor invierte es el FC Barcelona, que precisamente no es una Sociedad Anónima en la que un dueño y señor hace lo que le apetece, sino que está dirigida por unos señores a los que eligen los socios y a los que los socios pueden echar si se desvían de los valores que han impregnado al club a lo largo de su historia. Ya sé que el romanticismo cuenta muy poco en este mundo cruel en el que tanto tienes, tanto vales, pero déjenme que lo ponga en valor. Los socios del Barça lo merecen. Y los del Madrid, cierto. Y los del Athletic. Aunque sus resultados sean distintos. 

EL DINERO NO LO ES TODO

Veamos los salarios de esta temporada. El Barça es el que más paga, exactamente 11.813.313 millones de media por jugador, pero también es el que más gana. Miren, lo peor de ser el primero en inversión es que solo puedes empeorar. Ser segundo ya es un fracaso, ya me entienden. Pero el Barca rinde a tenor de lo que invierte. No es el caso del Madrid, que siendo el segundo en salarios (9.141.228) es cuarto en la Liga. El Atlético cumple (tercero y segundo) y el Sevilla está dos puestos por encima de lo que invierte. En el lado negativo, Athletic y Villarreal tienen el peor ratio inversión/rendimiento (sexto y séptimo con casi dos millones por jugador pero están hundidos en la tabla), mientras que el Valencia también está tirando dinero y el Espanyol no sale de su mediocridad (undécimo con 1.361.000 para ser decimocuarto). Entre los modestos, sobresaliente para el Alavés, que siendo decimotercero en salarios con 900.000 euros por barba es quinto). El dinero aún no lo es todo en el fútbol. Observen que entre los nueve millones del Madrid y los 900.000 euros del Alavés solo hay un punto de diferencia. ¿No es maravilloso?