La liga es nuestra... ¡y jugando con chavales!

La consecución de una Liga no ha de depender de lo que hagan los demás equipos, si no de lo que haga el tuyo propio. Así que el “Jacobazo” del miércoles, aunque más de un culer se quedaba rabiando y dando media vuelta en Canaletas, lo lógico era que el Barça ganase con su esfuerzo la Liga en el RCD Stadium al día siguiente. Y así ha sido.

Mientras los madridistas el día antes celebraran haber ganado al Mallorca en su campo in extremis, el Barça ganaba con paciencia ante un Espanyol bien plantado, con una defensa férrea y con un espíritu de ataque muy serio. Pero al final, y utilizando un símil tenístico, cuando le tocó servir al Barça, el equipo de Flick respondió a partir de este chaval que a cada partido nos dice que va para estrella.

Es Lamine un estilo de jugador que aparece tan de vez en cuando que lo que parece mentira es que, al igual que Leo Messi, haya aparecido también en Can Barça, bueno, hablando en plata, en La Masía, un proyecto envidiable de éste club, que ha nutrido al equipo a cuentagotas a lo largo de su historia, hasta que llegó la crisis económica, y entonces se ha visto que había mucho más de lo que se había creído.

La Liga es nuestra y jugando con chavales que transmiten una fuerza que hacía mucho tiempo no se veía hace años.

Esta temporada la recordaremos todos porque nadie se esperaba conseguir tres títulos y llegar a las semifinales de la Champions. Hay que reconocer que Laporta, Deco y compañía han dado en el clavo con Hansi Flick, el gran artífice de este cambio espectacular, una persona que ha llegado y ha transmitido una idea al equipo y, sobre todo, una serenidad y un sentido común admirable.

Ni siquiera nadie le pide que hable castellano o catalán, da igual, hable en inglés y o en alemán en las ruedas de prensa, nos parece fenomenal todo lo que nos explica.

Disfrutemos de este momento porque es muy difícil conseguir lo que se ha conseguido y cómo se ha conseguido.

Enhorabuena a la junta de Jan Laporta, enhorabuena a los jugadores y enhorabuena a los socios, especialmente a los que se han desplazado estos dos años a Montjuïc y han estado a las buenas y a las malas.

¡Visca el Barça!