La Liga entra en dimensión desconocida

Messi

Messi y el Barça regresan a la Liga tres meses después del último partido ante la Real Sociedad / VALENTÍ ENRICH

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Vuelve la Liga y lo hace entre dudas, inquietudes y polémicas que, a buen seguro, irán a más. Es imposible contentar a todos. Los horarios, los cinco cambios, la puerta cerrada, o semiabierta cuando llegue el caso, los protocolos de seguridad, ahora unos que hacen una barbacoa, otro que va a una fiesta de cumpleaños...

Y luego, los riesgos de lesiones, la falta de ritmo competitivo... nadie sabe en qué condiciones está cada equipo. Digo que las polémicas estarán al orden del día porque todos los equipos tendrán argumentos para creer que la competición se ha adulterado.

Por si acaso, ya lo aviso: quejarse cuando todos han puesto el interés económico por delante y han aceptado las nuevas reglas, no vale. Sin duda, es más justo dirimir el campeonato en el terreno de juego y con el balón en juego que en un despacho y todos los intereses creados que nos podamos imaginar de por medio.

MAL MENOR

Sin embargo, es cierto que es un mal menor. La Liga entra en una dimensión desconocida. Las gradas vacías influirán mucho, no hay más que ver lo que sucede en la Bundesliga. Los cinco cambios pueden ser trascendentes. Hay debate sobre a quiénes favorecerá, pero lo bueno es que también da más opciones tácticas a los entrenadores. Lo más preocupante, empero, las lesiones; aquí, la suerte o, más exactamente, la mala suerte, tendrá mucha influencia.

Se hace difícil predecir lo que veremos. Aún así, es seguro, segurísimo, que los equipos no volverán al mismo nivel que estaban. Son tres meses de inactividad y cuatro semanas de entrenamientos de broma. Probablemente, los modestos y los que más se jueguen rascarán más, buscarán el límite físico hasta que el cuerpo aguante y, en este sentido, es cierto que los cinco cambios les dan ventaja.

Barça, Madrid y los europeos no podrán quemar las naves porque tendrán Champions en agosto. Y luego, una cuestión que me preocupa: ¿los equipos que no se juegan nada meterán la pierna? Otra Liga nos espera y ojalá no nos den muchos motivos para pensar que está adulterada o lejos de la justicia competitiva debida.