Opinión

La Liga se empobrece a velocidad de vértigo

El paupérrimo mercado de enero, en el que todos los clubes españoles se han gastado 26,1 millones de euros en fichajes, escenifica el deterioro financiero y deportivo existente

Javier Tebas, presidente de LaLiga

Javier Tebas, presidente de LaLiga / Dani Barbeito

 “Lo que está matando a los clubes españoles es la aplicación que ellos mismos están haciendo del Fair Play Financiero”, lo comenta un agente brasileño en un conversación en off. La ventaja de hablar con los intermediarios y los representantes sudamericanos es que tienen una visión estratégica del negocio, porque trabajan simultáneamente con la MLS, los emergentes sauditas y un montón de ligas europeas, que incluye desde Rusia, donde argentinos y brasileños nunca han parado de hacer negocios a pesar de los bloqueos impuestos por la invasión de Ucrania, a los grandes centros como Inglaterra, Alemania, Italia o España.

Números en mano, no le falta razón a este ejecutivo del fútbol. Solo hay que observar cómo ha ido el mercado invernal que acaba de bajar el telón y que es un termómetro ideal para el aficionado de a pie, a quien lo que realmente le preocupa es quién ficha a su equipo. Los 20 clubes de Primera División se han gastado 26,1 millones de euros en refuerzos…lo que da una media de 1,3 millones para cada uno. El Betis es quien ha invertido más con 13 millones. El Barça, por su parte, no se ha gastado ni un céntimo.

Ya no se trata de compararlo con los 218 millones de euros que ha invertido el Manchester City, paradigma de los clubes Estado, para intentar enderezar el rumbo de la peor temporada de Pep Guardiola en su fantástica carrera como entrenador. La Premier League está en otro nivel ahora mismo inalcanzable. El Aston Villa, que tiene a Monchi como su presidente de operaciones, ha ingresado casi 111 millones de euros en ventas.

El elemento clave es que La Liga no le aguanta un pulso a nadie. Si aplicamos el método comparativo, por ejemplo, con algunos clubes de Sudamérica, es para enviar al diván o al rincón de pensar a los máximos responsables de La Liga, con Javier Tebas al frente.

En la región de la Conmebol, la temporada arranca en enero, por lo que el mercado veraniego (invernal en el hemisferio norte), a veces es el más potente. Eligiendo un club puntero brasileño y otro argentino, propiedad de sus socios y que no cuentan con inyección de capital de magnates multipropietarios, comprobaremos, en perspectiva, el desaguisado español.

El Palmeiras, que en los últimos años ha facturado 220 millones de euros en la venta de canteranos, se ha gastado en fichajes entre enero y diciembre 36,6 millones de euros. Solo la incorporación de Paulinho, un interesante delantero de 24 años procedente del Atlético Mineiro, ha costado 18 kilos… más que el cómputo global de todo el mercado invernal de LaLiga.

Y, en Argentina, a pesar de la situación social, política y económica calamitosa y de tener un fantoche ultraderechista como Javier Milei en la presidencia de la República, el Boca Juniors, presidido por Juan Román Riquelme quien se niega a vender la entidad a nadie a pesar de la presión gubernamental, lleva invertidos en esta ventana 24,6 millones de euros.

El debate no es la inexistencia del Fair Play Financiero en Argentina y Brasil, la raíz es que el cilicio impuesto por Tebas es una penitencia que mortifica y debilita a los clubes y la competición se mire por donde se mire.