Lewandowski ahora y Haaland en dos años

Haaland celebra uno de sus tantos ante el United

Haaland celebra uno de sus tantos ante el United / EFE

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Cada vez estoy más convencido de que Lewandowski es el crack exacto que necesitaba el Barça para iniciar su reconstrucción y volver de inmediato a la senda de los triunfos. Lo es por su efectividad y porque la situación económica del club no permitía hacer mayores dispendios. Laporta y Xavi jugaron con maestría con las circunstancias del mercado. Atentos al devenir de los acontecimientos, supieron acercarse al goleador polaco y seducirle con su proyecto y también, todo hay que decirlo, con una oferta que superaba la racanería del Bayern en cuanto a la duración de su renovación. La edad pasaba a ser secundaria tratándose de un goleador que acababa de encadenar dos Botas de Oro. Es más, la edad fue precisamente la oportunidad para hacer posible su fichaje por un precio que se podía pagar. El Barça necesitaba un futbolista diferencial de rendimiento inmediato y el polaco era el hombre. Un crack para dos años, para impulsar el resurgir del equipo, devolverle la grandeza deportiva y dar aire a la economía del club.

La estrategia

Dicho y hecho. Doce goles en nueve partidos y la constatación de que es mucho más que un goleador, es un gran futbolista que también se fabrica los goles y un líder con la humildad necesaria para tutelar a los jóvenes. La estrategia no puede ser otra que generar triunfos y títulos en torno a su figura y preparar el camino para dentro de dos años fichar a Haaland, sin duda un goleador de otro planeta como de nuevo pudo verse ayer. Precisamente en los últimos días, el padre de Haaland ha desvelado que el Barça no había sido una opción para él este verano. Lo podemos entender por la crítica situación que atravesaba el club azulgrana. Pero dentro de dos años todo puede ser distinto, pues el Barça será un equipo ganador y consolidadísimo con Koundé, Araujo, Pedri, Gavi y Ansu Fati en los mejores momentos de sus carreras. Y entonces, Haaland querrá venir. Y entonces, la economía del club podría permitir a Laporta, el presidente más valiente que uno ha conocido, invertir en el indiscutible rey del gol. Si existe una cláusula liberatoria de 150 millones, sería una operación viable.