Leo Messi, entre líneas

Leo Messi, una imagen de archivo

Leo Messi, una imagen de archivo / AFP

Gerard López

Leo Messi se ha convertido en el protagonista en las horas previas al partido contra el Eibar con su entrevista a Jordi Évole. En su aparición, el capitán aportó calma y serenidad en un entorno complejo por la temporalidad del presidente, por la proximidad de las elecciones, porque el equipo aún está en fase de construcción y por los pasos adelantados que lleva el Madrid y el Atlético. 

Messi dejó la puerta abierta a seguir, a la espera de la llegada del nuevo presidente que sea capaz de convencerle de que es bueno para él continuar alguna temporada más. También habló sin tapujos de su deseo de acabar en USA y de regresar al club, quizás como director deportivo.

Leo Messi dio un aire de normalidad a todo lo que le rodea, ya de por sí anormal. Aprovechó, eso sí, para dejar en una situación delicada al antiguo presidente, Josep Maria Bartomeu, y al actual gestor, Carles Tusquets, y para recordar lo mal que se ha hecho todo en los últimos meses, o años, una trayectoria que le hizo perder la fe en este club.

A mitad de la entrevista aparecieron una serie de titulares con profundidad, en especial cuando analiza la etapa turbulenta que ha vivido el club. Y es que han pasado tantas cosas que incluso es capaz de dejar a un lado el ‘Barçagate’. Leo explica el porqué del burofax: debía estar al límite de sus posibilidades cuando era capaz de enfrentarse a la voluntad de su familia de quedarse en Barcelona. No veía proyecto deportivo y calificó de transición este curso, algo que no deja de sorprender, pues se trata de la plantilla mejor pagada del mundo. Entre líneas se mostró agradecido con el club, pero también se reivindicó porque dijo que lo que tenía se lo había ganado en el campo. Tiene razón. Su implicación está fuera de toda duda, una actitud que incluso demuestra en sus momentos más bajos.

Futuro abierto

Está en pleno derecho de escoger la mejor opción. De cara al futuro y de lo que vendrá. La postura de Leo es buena para el Barça porque le aporta estabilidad y tranquilidad. Ahora le tocará el turno al nuevo presidente y del proyecto deportivo que pueda presentarle. Solo esto le puede motivar a seguir y convencerle de ser el líder de una nueva generación de jugadores y que se sienta responsable de ellos. Involucrarle en el proyecto, esta es la clave.

El nuevo proyecto

Ayudar para que jugadores como Araujo, Ansu Fati, Pedri, Puig o Aleñá sigan creciendo para sentar las bases del futuro. Habrá que fichar también, así lo pide. Y es trabajo de las direcciones deportivas de encontrar ese jugador bueno y barato. Con dinero, has fichado a lo caro. Sin dinero te has quejado de la pandemia. Habrá que ingeniárselas para fichar barato, como en su día hizo el Borussia con Halland y no el Barça con Trincao.

Todo esto habrá que abordarse a partir del 1 de enero y en especial el próximo verano. De momento, toca disputar esta Liga e intentar ganarla. Lo que llega ahora son partidos asequibles que el Barça deberá afrontar, el primero de ellos sin la presencia de Leo Messi. Tocará el turno a otros jugadores como Griezmann o Coutinho para que tiren del carro para seguir sumando victorias. Es el momento de remar para llegar a la orilla y en el momento decisivo ser capaz de dar el golpe de gracia para ganar algún título.