Lenglet se merecía este premio

El defensa francés y Alba acudieron a la salvación de un Barça diferente

Lenglet, entre Merino y Oyarzabal, conectó un perfecto cabezazo para inaugurar la cuenta azulgrana

Lenglet, entre Merino y Oyarzabal, conectó un perfecto cabezazo para inaugurar la cuenta azulgrana / EFE

Pichi Alonso

Pichi Alonso

Dos equipos con voluntad de jugar el balón pero con poca intensidad en los últimos metros. Mucho juego de combinación y poco peligro en las porterias rivales en estos primeros cuarenta y cinco minutos.

La Real Sociedad apretando la salida del balón y haciendo que Ter Stegen buscase en diversas ocasiones el pase largo para que lo tocara Suárez pero sin éxito. Sensación de que el Barça pretendía desgastar a los donostiarras para que el cansancio les pasase factura con el paso de los minutos.

Una Real Sociedad que buscó cerrar los pasillos interiores del juego blaugrana, obligando a jugar por fuera a los laterales  del Barça en ataque, donde Semedo no tenía prácticamente ninguna ayuda en ataque, estaba muy solo. Tampoco fue el día de más llegadas de Alba. Afortunadamente llegó el gol de Lenglet en el minuto 45 que permitió al Barcelona irse al descanso conventaja.

Decisivos Extraño partido con un rival que le discutió la posesión del balón dirigidos por un muy buen Merino, que no necesitó replegarse sino que presionó arriba y obligó tal vez a que Ter Stegen hiciese más pases largos que nunca.

Hasta los goles llegaron por medio de dos defensas. El Barça, fruto tal vez de lo acontecido y de lo que viene, se relajó y ni estuvo con la intensidad y tensión de otros días.

Clave el gol inmediato de Alba tras el empate y durante unos minutos se vio a un  Barça con más ritmo pero fueron escasos minutos. Destacaron los defensas y Arturo Vidal por encima de los atacantes, Messi, Suárez y Dembélé.