L'Eixample y la expansión del Barça

Messi, entrenando en solitario para acelerar su regreso

Messi, entrenando en solitario para acelerar su regreso / Sport

Carme Barceló

Carme Barceló

Una primera equipación con 10 rayas verticales en homenaje a los 10 distritos principales de la ciudad condal. El 10 siempre presente. Una segunda camiseta en amarillo voltio que recuerda la Liga de Campeones conquistada en la temporada 2005-06. Y una tercera, que estrenó el Barça el martes ante el Inter, con un diseño basado en una vista aérea del Eixample, el barrio ordenado, sobrio y sin aristas. La palabra, que se traduce ‘expansión’ o ‘ensanche’, describe de algún modo a este nuevo equipo sin su 10. Ausente el líder por lesión, los agoreros apuntaban hacia lo peor. Nada más lejos de la realidad. Con Leo en la grada, los blaugrana han barrido del barrio el mal fario y han superado aquella ‘Messidependencia’ que fue cierta algunas veces, multiplicada por los altavoces de la caverna bastantes otras y que empequeñecía casi siempre a los compañeros del crack argentino. El Barça, líder de la Liga, se ha hecho fuerte también en Europa. La ‘“Copa más linda” que dijo el capitán argentino que querían ganar este año, claro está que van a por ella.

La imagen solidaria de este Barça, ordenada y expandida más allá de Messi, va más allá del propio juego y de los resultados. El gol de Malcom destapó mucho más que el tarro de las esencias de este jugador. Ver, oir, callar, marcar y llorar. Las lágrimas del chaval describen la presión y el sufrimiento de las últimas semanas y los abrazo, besos y palabras de cariño recibidos en el campo, el estado real de este vestuario. En lo emocional y en lo racional. Aunque ante el Inter solo se materializó uno de los 26 disparos a puerta, los de Valverde repitieron la foto enfocada de un equipo ‘currante’ que ha ensanchado sus garantías más allá del 10. El vecino uruguayo ha cogido los galones y aunque sigue su mala racha en Champions, es difícil imaginar lo que hubiera sido el Barça estas semanas sin él. Se vive bien en este barrio, la verdad.