Lección magistral de Sergi Roberto

Sergi Roberto, protagonista en el Barça

Sergi Roberto, protagonista en el Barça / EFE

E. Pérez de Rozas

E. Pérez de Rozas

Que Madrid le tenga ganas al Barça no me parece mal. Normal. Por eso, cuando el Atlético se puso a siete puntos del Barça gritaron ¡hay Liga! e, incluso, hicieron una portada con “El Barça tocado, pero no hundido”. Pero que esas dudas se trasladen a Barcelona es lo que me parece mal, sobre todo cuando se acentúan situaciones que para mí resultan de lo más normal del mundo y, sobre todo, de lo más normal que ha ocurrido, ocurre y ocurrirá en un club, en una plantilla, como el Barça donde todo es tan, tan, difícil.

Ahora han empezado a darle vueltas a la situación de Dembélé. También hablan de que si Paulinho ha perdido la gracia. E, incluso, continúan dándole vueltas al difícil (o así lo califican muchos) encaje que Coutinho puede tener en el esquema de Ernesto Valverde. Yo no digo que no haya que debatir, escribir y conversar sobre esos detalles pero ¡por favor! hagámoslo desde la perspectiva, que todos, todos, todos, no solo los que escriban de esas bobadas, parecen olvidar: el Barça es líder solitario y con ventajas de escándalo en la Liga, tiene los cuartos de final de la Champions más cerca que su poderosísimo rival y aún campeón de la Premier League, el Chelsea de un milmillonario ruso, y es brillante finalista de la Copa del Rey.

Los debates ¡Aaaaaah!, que olvidamos esos pequeños detalles. Vale, vale, pues nada, adelante con las tertulias, con los debates, con las polémicas, que si el Barça ha de recuperar la chispa, que si no sirve de nada la posesión sin intención de hacer daño, sin peligro, si se juega poco bonito, si se depende demasiado de Leo Messi, qué ocurre con Dembélé, que ha jugado muy pocos minutos... Dembélé, vaya Dembélé, como si el Barça lo hubiese fichado para pasado mañana, como si no hubiera sufrido su primera y grave lesión nada más llegar, como si fuese tan fácil, siendo tan joven, encajar en la vida y juego del Barça. Qué poca memoria tenemos y qué poco nos acordamos de lo mucho que tardaron Xavi e Iniesta en ser los ‘putos amos’ ¡Pero si Xavi no se fue al Milan de puro milagro, porque no quiso él, porque decidió quedarse porque quería triunfar en el Barça!

Un ejemplo Igual, sí, sí, igual que decidió el bueno, el extraordinario, de Sergi Roberto, que, sin ser Messi, ni Iniesta, ni Busquets, ni Piqué, ha dado esta semana una lección de señorío, de amor al Barça, de cariño por ese escudo. “A los jóvenes les diría que no dejen de luchar, que el camino no es nada fácil, que se centren aquí y que dejen de mirar ofertas, que tengan paciencia, que la oportunidad les llegará”, comentó tras firmar su renovación, ¡ojalá! sea de por vida. “Intento dar ejemplo a los más jóvenes, intento enseñarles que el camino del primer equipo no es nada fácil. Que de verdad, si quieren triunfar en el Barça, no tienen que dejar de trabajar. Estamos viendo jugadores que su sueño es triunfar en el Barça, pero hay jugadores que quieren otros caminos. Yo también he tenido ofertas y decidí luchar. Que tengan paciencia que las oportunidades les van a llegar”.

Y, en ese mismo acto, Josep Maria Bartomeu, el presidente, señaló que “Sergi Roberto es un ejemplo para muchos jugadores. Hay que agradecerle la paciencia, la perseverancia que ha tenido y que han hecho que ahora sea indiscutible en el primer equipo. Forma parte de un ciclo histórico y es una pieza fundamental de nuestro futuro. Ha tenido y tendrá muchas ofertas. Hay que agradecer a la familia la apuesta por el Barça, a pesar de tener ofertas mejores”.

Doce años lleva Sergi Roberto en el Barça. No voy a citar, de nuevo, la lista de grandes (dicen), tremendos (aseguran), brillantes (confiesan) juveniles que han dejado recientemente el Barça, La Masia, a la llamada ¿de la titularidad?, no, no, a la llamada del dinero. Y hacen bien, pero hubiesen hecho mejor quedándose porque estaban en la línea sucesoria que el Barça diseña para los mejores. Ellos lo eran (como lo era –y es- Sergi Roberto), veremos cómo les va más allá del Barça, veremos.

Insisto, dejen en paz a Dembélé, tal vez ni siquiera lo necesitemos para este año. No le den más vueltas dónde y cuándo jugará Coutinho, es buenísimo y encajará, triunfará y nos dará grandes tardes-noches de fútbol. Olvídense de que Paulinho, titular con Brasil en el Mundial ¿o es que también han olvidado ese detalle?, ya no tiene chispa. Todos ellos son líderes en España y en Europa con el Barça. Todos ellos forman parte del proyecto triunfador de Valverde. Dejen que sea Madrid quien meta cizaña, por favor.