Las (lógicas) dudas de Valverde

Valverde, antes de atender a los medios informativos

Valverde, antes de atender a los medios informativos / Valentí Enrich

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Valverde duda. Es lógico. No se siente protegido ni por la dirección deportiva ni por la directiva. Y está totalmente expuesto a los resultados. Acabará esta temporada. Seguro. Bueno, seguro no. Porque en el fútbol (y menos en el Barça) no hay nunca nada seguro. Dejémoslo en bastante seguro... Pero difícilmente cumplirá el +1 de su contrato. El técnico no tiene nada claro seguir en las actuales condiciones de desconfianza. Y el club no le pondrá ningún impedimento si decide marcharse. Ni siquiera un hipotético triplete cambiaría la situación. Valverde se sabe cuestionado desde la dolorosa eliminación de la Champions ante la Roma. Incluso es consciente de que su cabeza corría un serio peligro antes de la final de Copa. Y no está dispuesto a seguir trabajando en estas circunstancias. Su futuro, pues, está en el aire. Como antes lo estuvieron los de Guardiola y Luis Enrique. Ser entrenador del Barça es una profesión de riesgo. Y ni los mejores están a salvo de los vaivenes del presidente de turno.  

GESTIONAR UN VESTUARIO como el del Camp Nou es casi tan difícil como entenderse con la directiva. Aunque, en este caso, Valverde tiene más ‘feeling’ con los jugadores que con los habitantes del palco. Ha sabido ganarse el cariño/respeto de las vacas sagradas. Y no ha tenido ningún incendio especialmente significativo más allá del que acaba de provocar Arturo Vidal. Pero los futbolistas, ya se sabe, son egoístas. Muy egoístas. Y aunque estén a gusto con Valverde, tampoco harán nada por salvarle. Con este panorama, a mediados de octubre la continuidad de Valverde está sentenciada negativamente. Pero, insisto, esto es el Barça. Y queda mucha temporada...

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