Las dos vidas paralelas del Barça

Ansu-Messi, genios precoces

Ansu-Messi, genios precoces / EFE

Toni Frieros

Toni Frieros

Hoy da comienzo una nueva Liga para el Barça y en cualquier otra circunstancia estaríamos escribiendo aquello de “empieza la hora de la verdad”, “la afición tiene que estar al lado del equipo”... Sin embargo, la implacable realidad nos dibuja un escenario muy distinto.

El Camp Nou continúa vacío, sin alma, y los futbolistas tendrán que seguir jugando con ese frío en el estómago que sienten cuando saltan al césped del gigantesco estadio de piedra y lo ven sin público.

Y de forma paralela, la entidad permanece instalada en la inestabilidad de saber que a la junta directiva presidida por Josep Maria Bartomeu le quedan dos telediarios o, en el peor de los casos, uno.

Nadie sabe a ciencia cierta, hoy, si se podrá celebrar, dónde y cómo, la Asamblea de Socios el día 25 de octubre, de vital importancia para aprobar las cuentas del último cierre económico y el presupuesto.

Y tampoco por dónde va a salir el tiro del Voto de Censura. Aún no se ha constituido la Mesa ni ha empezado el recuento y ya hay polémica para mojar en el café con leche. Es como si se quisiera poner la venda antes de que se produzca la herida. Hay muchas ganas de demostrar que algo raro ha ocurrido con la lluvia de firmas conseguidas.

Esta extraña ‘no normalidad’ que en la estamos inmersos no debe soslayar lo que hoy es realmente importante: empieza la era Koeman, un nuevo curso futbolístico. Y aún con Messi puesto de perfil contra el presidente Bartomeu, el equipo tiene la obligación de debutar con buen pie. Esta noche, eso, es lo único que cuenta. Mañana...