Las dos ausencias en Londres

Las voces de Florentino Pérez se encargan de vincular la ausencia de Cristiano Ronaldo en la gala de Londres con la de Leo Messi. El feo de ambos tiene diferente nivel de graduación aunque desde Madrid se intente equiparar o, incluso más, poner a Messi por delante de la imagen de Cristiano Ronaldo. Como si lo suyo fuera mucho peor.

Apestado por la casa blanca, Cristiano está siendo acusado de innumerables maldades que hace dos meses eran bondades. Florentino, que públicamente augura que “tarde o temprano Cristiano volverá”, usa a sus peones para ensuciar al portugués que, dicho sea de paso, siempre ha dado motivos para ello porque un santo no era, ni es, ni será.

La ausencia anunciada de Cristiano estropeó la fiesta de la FIFA porque quedaba claro quién era el ganador. No había dudas ni misterio. Así pues, acabó siendo una gala previsible. Sin sorpresas. El peor escenario deseable para la organización. Cristiano, al igual que hizo en la gala de la UEFA, no quiere saber nada de estas decisiones por considerarlas injustas. Incluso su propia hermana o su agente han acabado despotricando y calificándolos de injusto. Aunque sea a costa de su ex compañero suyo. Le da igual. Es él y luego el resto.

Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, la prensa de Madrid se ha encargado de meter en un mismo saco a Leo y a Cristiano cuando la voluntad del argentino era ir a la gala pero un problema familiar se lo impidió. ¿Puede ser una excusa? Quizás. O no. En todo caso Leo no estaba en los tres aspirantes. Solo en el once ideal en cuya foto, jamás, han estado presente los once escogidos. Messi hizo como otras veces hizo, por dar un nombre, Buffon. Cristiano hizo lo que nunca había hecho nadie.