Las consecuencias de la mala planificación

Ousmane Dembélé seguirá teniendo riesgo de recaída

Ousmane Dembélé seguirá teniendo riesgo de recaída / DAVID RAMÍREZ

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

El Barça no es culpable de la nueva y grave lesión de Dembélé, que le tendrá apartado de los terrenos de juego otros seis meses. Pero sí es responsable de la mala planificación deportiva de la temporada, que le obliga a fichar ahora, deprisa y corriendo, a un delantero para no tener que jugar lo que resta de Liga y Champions con solo Messi, Griezmann y Ansu Fati. Esa mala planificación es la que, entre otros desastres, le ha llevado a gastarse 400 millones de euros en buscar un sustituto de Neymar sin encontrarlo. Esa mala planificación es la que le empujará a reintentar ‘refichar’ al crack brasileño el próximo verano. Esa mala planificación es la que ha dejado a Quique Setién con solo 16 jugadores del primer equipo. Esa mala planificación es la que ha evitado la inevitable revolución en una plantilla física, psicológica y futbolísticamente agotada. Esa mala planificación es la que ha impedido buscarle, desde hace demasiado tiempo, un relevo generacional a Luis Suárez. Y los mismos responsables de esa mala planificación son los encargados de fichar ahora de forma urgente a un delantero (que solo puede estar en paro o jugando en la Liga española) cuando fueron incapaces de hacerlo, con todas las opciones abiertas, durante el mercado de invierno.

Las consecuencias de esa mala planificación deportiva han sido funestas para el Barça. Pero aún pueden ser peores. Porque con el equipo actual, al Barça no le llega para competir por la Liga y la Champions, los dos únicos títulos que quedan en juego. El refuerzo se hace inevitable, como inevitable resulta dudar de la capacidad de la estructura deportiva del club blaugrana (encabezada por el presidente/vicepresidente deportivo Bartomeu) para resolver el entuerto en solo unos días. Ganar algo, a estas alturas del desaguisado, solo podría entenderse como un milagro perpetrado por Messi y unos (pocos) jugadores con ambición y personalidad...