Las cloacas del FC Barcelona

La crisis institucional que está viviendo el FC Barcelona no ha sido motivada porque tuviera contratada una empresa dedicada a controlar la ‘conversación Barça’ en las redes sociales. La ya famosa palabra “monitorización”. Tiene la obligación de hacerlo y, además, es algo habitual en miles de empresas, clubs e instituciones. El FC Barcelona y su presidente deben protegerse ante toda la inmundicia que se expande desde esas cuentas fantasmas, anónimas y cobardes que hacen que una parte de esas redes sociales sean un verdadero estercolero.

El problema no es ese. Es la falta de transparencia, de juego limpio, de honestidad. Es decir, la verdad. El FC Barcelona, la marca Barça, es demasiado importante como para que haya personas que, desde dentro, estén continuamente poniendo en riesgo su prestigio y buen nombre.

Es absolutamente impresentable que un club que tiene una junta directiva, un CEO, un comité de dirección, un director de servicios jurídicos y una ‘Compliance Officer’ (controla que se cumpla la normativa) deje en manos de una sola persona la decisión de trocear un contrato de un millón de euros para que no necesite la aprobación de la junta directiva. Eso huele mal. Muy mal. 

La persona que ha llevado la relación con la empresa I3Venture tiene nombre y apellidos: Jaume Masferrer, el responsable del Área de Presidencia del FC Barcelona, comunicación, protocolo, relaciones institucionales y públicas. Él y solo él era el receptor de los informes que periódicamente confeccionaba I3Venture. Él y solo él hablaba con sus responsables, a los que conoció en un viaje a Argentina. ¿Conocía Masferrer esas cuentas difamatorias? ¿Sabía que esa empresa había diseñado un plan para “molestar” al precandidato Víctor Font? Y en última instancia: ¿todo eso lo sabía Josep Maria Bartomeu?, ¿dio el presidente su aprobación? En cualquier caso: ¿hacía falta que el club cayera tan bajo?

Por cierto, si alguien quería ensuciar el nombre de Víctor Font y su precandidatura, han logrado exactamente el efecto contrario, porque si ha habido un ganador en todo este turbio asunto ha sido él.

A Masferrer no puede sonarle a música celestial todo lo que está pasando y excusarse en que él entró en el club oficialmente en 2018, porque la verdad es que desde 2015 actuaba como asesor personal externo de Bartomeu y era uno más del club en reuniones de trabajo.

Ayer mismo un empleado del club me dijo: “Le quieren cargar el muerto de todo este escándalo a Guillem Graell”. Es el director de Marca FCB y, hasta donde uno sabe, ignoraba absolutamente todo sobre esas cuentas fantasmas activadas por I3Venture. Como el directivo Dídac Lee. Ellos han puesto en marcha un extraordinario Plan Estratégico Digital que será muy importante para el futuro económico del FC Barcelona y no tienen tiempo, ganas ni necesidad de enfangarse en esas cloacas.

Si realmente es cierto que hay un nutrido grupo de directivos que ya están cansados de este deterioro de la imagen del club y del proceder de algunos de sus personajes, no tienen más remedio que dar un puñetazo encima de la mesa. Mañana viernes, en la reunión de trabajo de la junta directiva tienen una gran ocasión para hacerlo.