Laporta y Xavi afrontan el mayor reto de su vida

Laporta en un plató de Barça Studios

Laporta en un plató de Barça Studios / FC Barcelona

J.Mª Casanovas

J.Mª Casanovas

La temporada ha terminado con más pena que gloria. Decepción y tristeza. Ha llegado el momento decir la verdad, toda la verdad, duela a quien duela. No se puede vivir de una realidad caduca, de un equipo que se ha estirado más de la cuenta, que ha terminado fundido, sin ambición ni fuerza, sin goles ni defensa. El Barça ha tocado fondo y los resultados exigen una limpieza del vestuario.

La política deportiva de los últimos años ha sido nefasta y los fichajes de invierno solo han sido un parche. Xavi se equivocará si no plantea una auténtica revolución. Comenzando por las vacas sagradas y siguiendo con los jugadores de segundo nivel que tienen contratos que parecen planes de pensiones.

No queremos decir que Piqué, Busquets y Alba no puedan continuar, pero no pueden seguir de titulares ya que su rendimiento está condicionado a su edad, a su condición física. Tienen contrato, cierto, y además tienen un dinero aplazado que se les debe, pero todo ello no puede hipotecar el futuro. En este sentido, la renovación de Sergi Roberto no es una buena noticia. Hacen falta jugadores con hambre de títulos y fuerza física para recuperar el prestigio perdido en Europa. Basta ya de favoritismos y remordimientos. Fuego nuevo con criterio y paciencia.

Ya sabemos que todo esto es fácil de decir pero muy complicado de cumplir cuando no hay dinero en caja y el fair play financiero agobia. Laporta tiene por delante una coyuntura complicada y difícil. Pero el cambio radical es obligado, urgente e imprescindible. Obligado porque la paciencia del socio tiene un límite. Urgente porque los rivales se refuerzan y quedarse atrás es asumir el papel de comparsa. E imprescindible porque la sostenibilidad del club pasa por conseguir títulos lo antes posible. Es necesario conseguir financiación de donde sea para fichar jugadores con los que el Xavi pueda armar un equipo de futuro partiendo de las joyas de la corona, Pedri y Ansu.

Hay tres datos reveladores de la caída en picado del equipo con Messi y sin Messi. 1) El Barça lleva siete años sin ganar la Champions, desde la victoria en Berlín del 2015 ante la Juventus. 2) Se han perdido las tres últimas Ligas. 3) Solo se ha ganado un título, la Copa del Rey del 2019, las últimas tres temporadas. Es evidente que estamos al final de un ciclo. Esto no se arregla con dos o tres fichajes. Xavi tiene que ser exigente ya que se juega el cargo. Laporta tiene que ser responsable e iniciar una nueva etapa deportiva con todas las consecuencias. Los dos, de la mano, afrontan el mayor reto de su carrera deportiva.

Les dejaron un coche viejo y con problemas de motor. No sirve cambiar bujías y reparar los frenos. Para competir con la élite hay que cambiar de modelo buscando la eficacia y el rendimiento por encima de promesas y falsas realidades.