Laporta y Rosell firman la paz 15 años después

Joan Laporta y Sandro Rosell, cerca de enterrar sus diferencias

Joan Laporta y Sandro Rosell, cerca de enterrar sus diferencias / sport

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

La guerra intestina entre Laporta y Rosell acabó con la que, posiblemente, hubiera podido ser la mejor directiva de la historia del Barça. Surgida de las elecciones del 2003, la candidatura de un grupo de jóvenes pero sobradamente preparados culés (entre los que también estaban, entre otros, Ferran Soriano, Marc Ingla, Alfons Godall o el actual presidente Josep Maria Bartomeu ) dio el ‘sorpasso’ derrotando al gran favorito del ‘establishment’, el publicitario Lluís Bassat.

Durante dos años, con Laporta como presidente y Rosell como vicepresidente deportivo, se crearon las bases del mejor Barça de todos los tiempos. La llegada de Ronaldinho (en lugar de Beckham, como habían prometido durante la campaña) fue clave para la resurrección de un club que había sucumbido a la tristeza de la larga travesía en el desierto del ‘post-nuñismo’. Pero del eufórico “Qué n’aprenguin!” del documental ‘FC Barcelona Confidencial’ se pasó al duelo de egos y de intereses. Y de ahí, al odio. Y Rosell dejó el Barça solo dos años después... para regresar como sucesor de Laporta en 2010. En medio, un cruce de acusaciones, ataques, mociones de censura, demandas y querellas que siguieron durante sus cuatro convulsos años de mandato que acabaron en dimisión precipitada por el ‘caso Neymar’.

Ayer, antes de presentar su libro ‘Un fuerte abrazo’ (en el que narra sus injustos 645 días y noches en prisión preventiva), Rosell explicó la llamada que Laporta le hizo tras salir de la cárcel. Y le tendió la mano. Laporta la aceptó. Firmaron, virtualmente, una paz que gran parte del barcelonismo llevaba reclamando desde hace 15 años. Difícilmente Laporta y Rosell volverán a ser amigos (si es que, de verdad, alguna vez lo fueron), pero muchos nos conformaríamos con que dejaran de ser enemigos. Sería la mejor noticia para un Barça tan necesitado de unidad desde hace ya demasiado tiempo. Tal vez acabará siendo verdad aquello de que saldremos de la crisis del coronavirus siendo todos mejores personas...