Laporta rectifica ahora con Koeman

Koeman, junto a Laporta y Yuste

Koeman, junto a Laporta y Yuste / FCB

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Este Barça tiene futuro. Solo hace falta mirar el DNI de cinco jugadores que ya son o están llamados a ser estrellas en el Camp Nou. Pedro González (Pedri): nacido el 25 de noviembre de 2002. Ansu Fati: nacido el 31 de octubre de 2002. Nicolás González (Nico): nacido el 3 de enero de 2002. Pablo Martínez Páez Gavira (Gavi): nacido el 5 de agosto del 2004. Yusuf Demir: nacido el 2 de junio de 2003. Cinco genios de entre 17 y 19 años (Koeman ha hecho debutar a cuatro de ellos) que deben ser los cimientos sobre los que construir el nuevo proyecto. Sin Messi, la gran ilusión de los culés pasa por comprobar hasta dónde son capaces de llegar estos chavales, que ya han demostrado que van sobrados de talento. Solo necesitan un entrenador que apueste por ellos. Con Pedri ya consagrado, con Ansu dispuesto a asumir la brutal responsabilidad de llevar el dorsal 10, el papel reservado a Nico, Gavi y Demi resulta básico para entender cuál es el modelo que quiere imponer Laporta. La Masia tiene que ser la base del nuevo Barça, como lo fue en el 2008 con aquella generación irrepetible que lideró Guardiola. El presidente se agarra a los jóvenes para soñar con el resurgir del Barça. A los jóvenes y a Koeman, porque anoche, en la entrevista que concedió a TV3, reiteró su apoyo total al técnico holandés. 

La vehemencia le jugó una mala pasada a Laporta en una reunión que mantuvo, de forma informal, con algunos periodistas. Ayer pidió perdón. Y reconoció que se excedió en sus comentarios sobre fútbol. Es bueno que el presidente asuma sus errores. Sobre todo si quiere transmitir una sensación de confianza total en el entrenador: “Koeman tiene todo mi apoyo, mi confianza y mi respeto”. Así de claro y rotundo fue Laporta. Se trataba de diluir cualquier duda sobre un técnico que ya se ha sentido, en más de una ocasión, maltratado por el presidente. Veremos si esta demostración pública de apoyo es suficiente como para calmar las inquietudes (y el enfado, todo hay que decirlo) de Koeman y cerrar el debate sobre su continuidad. Porque Laporta reiteró que quiere un entrenador fuerte y que por eso le ha ofrecido la renovación. Por cierto, igual que no escatimó elogios hacia Koeman, tampoco se ahorró críticas a Griezmann: “No encaja en nuestro sistema. No era el jugador que necesitábamos. Todos esperábamos más de él”. Más claro, el agua.