Laporta recomienda a Koeman poner el turbo

Koeman echó en cara a la directiva no haber transmitido más confianza

Koeman echó en cara a la directiva no haber transmitido más confianza / Google

J.Mª Casanovas

J.Mª Casanovas

La continuidad de Koeman se fue de las manos. Demasiado ruido, demasiada bronca. La polémica es perjudicial cuando se desmadra. Es negativo que el entrenador se convierte en protagonista de un serial que debía resolverse en privado. El Barça equivocó el timing y la estrategia. Laporta dudó demasiado cuando no tenía otra opción. Koeman se encontró en el filo de la navaja sin saber muy bien de qué lado caería.

Ni sale reforzado ni sale debilitado, simplemente sale vivo. Con contrato en vigor y un reto por delante. A partir de aquí, hay que dar carpetazo al caso. Punto final. Alargar lo sucedido con suposiciones y especulaciones no beneficia a nadie. Todos van en el mismo barco y deben remar en la misma dirección. Koeman no es de Bartomeu ni de Laporta. Es del Barça. Ahora le toca descansar para volver mas fuerte. La próxima temporada la exigencia será grande y perder tendrá consecuencias. Laporta le recomienda poner el turbo, ir a por todas.

La pasada temporada a veces tuvimos la sensación de que Ronald era demasiado blando, demasiado buena persona. No pedimos que cambie su personalidad ni tampoco que viva los partidos como Simeone. Pero entre estar pasivo en el banquillo o cambiar un planteamiento táctico sobre la marcha, mejor lo segundo. Hasta ahora ha trabajado con lo que se encontró en el vestuario y hay que elogiar el gran rendimiento obtenido de unos jugadores jóvenes que hace un año eran una incógnita. A partir de agosto todo será diferente en función de los fichajes que lleguen, se le exigirán nuevas metas.

Koeman es un entrenador que si potencia su carácter ganador y mejora su inteligencia emocional puede estar muchos años en el Barça… siempre y cuando gane. Todo pasa por el examen de los resultados. Para ello debe imponer su liderazgo en el vestuario, ser valiente en los planteamientos tácticos y motivar al máximo los jugadores. Por delante tiene el apoyo del presidente, la confianza de los socios y el cariño de la afición. Es su gran oportunidad . 

De la misma manera que no habrá paciencia si las cosas van mal, si los resultados son positivos Koeman tendrá poder para ser más exigente y severo con el vestuario. Los jugadores deben encontrar un cambio de actitud en el entrenador holandés. Comprensivo pero a la vez implacable. Duro en el fondo y cordial en las formas. Es la única forma de que el vestuario no se relaje, no pueden repetirse mas desastres en la Champions. Si Laporta ha anunciado que perder tendrá consecuencias, Koeman tiene que trasladar el discurso a los jugadores para que estén avisados y mejoren su rendimiento. Lo que paso en la fase final de la Liga tampoco puede repetirse.

A Koeman no hay que imponerle un sistema de juego ni decirle como tiene que jugar el Barça, en cambio, si se le debe exigir que su equipo mejore en actitud, rendimiento físico y eficacia. En el fútbol actual, la fuerza física es tan importante como la técnica. El Barça tiene que presionar más, correr más y aguantar al mismo ritmo de juego los noventa minutos. Koeman tiene que comenzar con el turbo enchufado.

La clave: a Koeman se le debe exigir que su equipo mejore en actitud, físico y eficacia

El Espai Barça levante muchas sospechas

El resultado de las auditorías solicitadas por el Barça se conocerán con detalle en la Asamblea Extraordinaria convocada para el 20 de junio. Pero algunos datos que se conocen resultan preocupantes, sorprendentes y difíciles de justificar como adelantó Laporta. En especial por lo que hace referencia a los contratos y gastos del Espai Barça que no pasaron por el Comité de Adjudicaciones del club (se creó otro Comité paralelo) y en consecuencia levantan sospechas. No en vano, existen denuncias internas en el club por pagos realizados a proveedores que no terminaron sus trabajos. Hay facturas con sobreprecios de más del 50% sobre las cifras fijadas en los contratos. Hay contratos con tareas duplicadas sin justificación aparente. Algunas partidas del presupuesto del Espai Barça fueron transferidas a otras áreas del club sin lógica ni razón.

El presupuesto inicial de 600 millones se amplió a 815 en la última etapa de Bartomeu sin aportar información técnica que lo justifique. El responsable del proyecto, Jordi Moix, que llegó a ser vicepresidente económico en la última etapa, tendrá que dar muchas explicaciones para aclarar decenas de contratos por debajo de los 200.000 euros que esquivaron los mecanismos de control. Asimismo tendrán que explicar porque 21 millones del crédito de 90 millones de Goldman Sachs destinado a las obras del Espai Barça se utilizaron para pagos que no pertenecen al proyecto arquitectónico, información que detalla la memoria del club.