Laporta se queda sin el Messi de los despachos

Reverter y Joan Laporta, CEO y presidente del FC Barcelona, respectivamente

Reverter y Joan Laporta / VALENTÍ ENRICH

Xavier Ortuño

Xavier Ortuño

En solo seis meses y tres días, Laporta ha perdido a dos de sus cracks. Primero fue el comunicado de la marcha de Messi del pasado 5 de agosto, Leo se fue del Barça en una salida triste e inexplicable y a día de hoy todavía nos duelen sus lágrimas cuando se despidió de la afición.

Ayer, 8 de febrero le tocó el turno a Laporta despedir con un comunicado a Ferran Reverter, al que nombró como CEO del Barça el pasado mes de junio. El crack del campo y el crack de los despachos han dejado huérfano el proyecto de Laporta por diferentes motivos.

A pesar de la salida de Leo Messi, el proyecto deportivo de Laporta está empezando a renacer. La llegada de Xavi ha dado un nuevo impulso y está reconstruyendo el equipo, los fichajes empiezan a funcionar y el equipo, aunque está ya fuera de la Champions, y le apearon de Copa y Supercopa, mantiene la ilusión en LaLiga y sueña con la Europa League.

Otra cosa es el proyecto de club, ahí es donde el Barça ha sufrido un gran batacazo con la perdida de Ferran Reverter. Las fuentes oficiales aseguran que el CEO se va del Barça por motivos personales y profesionales pero otras interpretaciones son muy distintas y apuntan que hay una gran disparidad de criterio en la gestión del club y también en el modelo de propiedad del futuro. Ferran Reverter era partidario de analizar seriamente la posibilidad de adoptar el modelo del Bayern con un 51% de propiedad de los socios y el resto de grandes empresas. Laporta, sin embargo, quiere ser fiel al actual modelo basado en la propiedad absoluta de los socios.

La mentalidad germánica de Ferran Reverter ha chocado con la improvisación mediterránea de Laporta y aunque en siete meses han trabajado codo a codo para sacar al Barça de la crisis económica e institucional, al final Reverter se ha dado cuenta de que sus estructuras mentales no tienen nada que ver con las del presidente. Reverter se va sin provocar ningún incendio y está dispuesto a mantenerse en su cargo hasta que Laporta encuentre un sustituto y cabe la posibilidad de que siga colaborando con el club, externamente. No ha habido en esta ocasión enfrentamientos públicos ni cruce de acusaciones, Reverter ha decidido tomar su propio camino sabedor que la disparidad de criterios era insalvable.