Opinión

Laporta multiplica la energía del Barça

El presidente del Barça manda, trabaja, desprende y contagia pasión blaugrana

Laporta, presidente del Barça

Laporta, presidente del Barça / DANI BARBEITO

Cuando se gana un título o varios títulos, cuando la temporada ha sido un éxito deportivo, o cuando se pierden los títulos o la temporada no ha estado a la altura de lo deseado o esperado, todos los sectores del club —en este caso, del Barça— han contribuido y aportado algo para que así sea.

Evidentemente, los jugadores, junto con el cuerpo técnico, incluyendo preparadores físicos, son los más involucrados y están en primera línea de presión, estrés competitivo y de quienes depende en gran parte la estabilidad del club.

La secretaría técnica, encabezada por el director deportivo, el scouting, los servicios médicos con sus recuperadores, fisioterapeutas, dietistas, especialistas en prevención, coaches, y el departamento encargado de la atención y necesidades de los futbolistas, así como el departamento de prensa, aportan un plus y son también muy importantes en el trabajo integral que ayuda a tener futbolistas preparados para competir.

CAT, con el presidente del Barça, Joan Laporta, en la Diada de Sant Jordi

CAT, con el presidente del Barça, Joan Laporta, en la Diada de Sant Jordi / FCB

Por encima de todo, está la junta directiva, que gestiona el club en aspectos económicos, financieros, sociales. Y con su presidente garantiza la estabilidad del club. En este caso, la figura del presidente es muy importante porque gestionar una entidad como el Barça, un auténtico 'Titanic', no es sencillo. Requiere mucha dedicación, capacidad para gestionar la presión y el estrés, y tener madera de líder. Sobre todo, llevar el Barça requiere ilusión y mucha pasión por los colores. A mí me gustan los líderes que saben mandar y que, trabajando, desprenden y contagian pasión por lo que hacen.

Por esto quería hablar del presidente Joan Laporta, que reúne todas estas condiciones. El Barça es una energía muy potente, indestructible, creada y llevada por una enorme y muy potente masa social llena de amor, pasión, admiración, ilusión y sentimiento catalán. El barcelonismo es muy exigente, pero sabe reconocer y agradecer el buen trabajo de sus líderes.

Esta energía, según el presidente que esté al mando, tiene un efecto u otro, depende de cómo se transmita. Joan Laporta la potencia aún más, le da una fluidez positiva, porque los colores del Barça, los culés, funcionan con muchísima pasión, incluyendo mucho sufrimiento, que un líder debe entender y saber gestionar. Y el actual presidente lo entiende y gestiona a gusto de los culés.

Decisiones tomadas con riesgo, intuición y convicción

Tomar decisiones importantes, con cierto riesgo e intuición, pero con convicción, es su virtud, y lo hemos visto en su primera legislatura como presidente, poniendo a Frank Rijkaard como entrenador y a Txiki Begiristain como director deportivo. Los dos tenían poca experiencia, pero fue un acierto total y con ellos se ganaron títulos muy importantes. Actualmente, Txiki es uno de los directores deportivos con más prestigio en Europa.

Guardiola en la temporada 1998-99

Guardiola en la temporada 1998-99 / Valentí Enrich

Txiki y Rijkaard construyeron un equipo ganador, con base de jugadores de La Masia, preparados para competir en la élite durante muchos años. Aquí es donde, con la salida de Rijkaard, Laporta se atrevió a poner como entrenador del primer equipo a Pep Guardiola, con solo un año de experiencia como entrenador en Tercera División con el Barça B. El presidente era consciente de que se había construido un equipo ganador, con mucha calidad y dos refuerzos, y que necesitaba un entrenador ambicioso que conociera la casa. Fue otro acierto en su gestión.

Txiki, Eto'o, Laporta y Rijkaard en la presentación del delantero camerunés como nuevo jugador del FC Barcelona

Txiki, Eto'o, Laporta y Rijkaard en la presentación del delantero camerunés como nuevo jugador del FC Barcelona / Valentí Enrich

Luego vivimos todos los mejores años del Barça en su historia, disfrutando del juego y de los títulos. El club se revalorizó y el valor de los jugadores, sobre todo de La Masia, se incrementó mucho. Hace unos años, con el presidente anterior, el Barça era un club con muchos problemas estructurales, económicos, sociales, institucionales y, sobre todo, deportivos. Era un club que necesitaba un reset, un cambio de rumbo en todo.

El fair play salarial estaba sobrepasado, el club endeudado y la imagen de la entidad en las competiciones europeas estaba afectada. El club se hipotecó con los salarios desmesurados de los jugadores y, sobre todo, con los fichajes de Junior Firpo, Boateng, Braithwaite o Emerson, que pasaron fugazmente por el Barça. Buenos jugadores, pero sin ese plus necesario para jugar en el Barça. Falta de criterio.

Braithwaite celebrando un tanto con el Espanyol

Braithwaite celebrando un tanto con el Espanyol / Dani Barbeito

Esto con el actual presidente no pasaría. Al entrar, lo primero que hizo fue, tras unos partidos, destituir a Koeman, nombrar a Xavi como nuevo entrenador, incorporar a Mateu Alemany y Jordi Cruyff como nuevos responsables de la dirección deportiva, y a Alexanco como director de fútbol base. ¡Un acierto total! El criterio en fichajes ha estado a la altura de las exigencias de un gran club como el Barça. El equipo se clasificó para la Champions League y ganó la Liga y la Supercopa de España.

Jordi Masip, con Mateu Alemany y Jordi Cruyff, llegando a la cena de celebración del Barça

Enric Masip, con Mateu Alemany y Jordi Cruyff / Valentí Enrich

Luego, por circunstancias, Mateu y Jordi salieron, nombró a Deco como nuevo director deportivo y a Paulo Araujo como jefe de scouting, y la línea de fichajes siguió con máximas exigencias y con acierto, a pesar de todas las dificultades del fair play salarial. Hace un año se firmó a Hansi Flick como nuevo entrenador y en agosto pasado todos estábamos expectantes sobre qué pasaría con el nuevo proyecto, con un solo fichaje de Dani Olmo y muchas dudas sobre el rendimiento de varios jugadores y del equipo, teniendo en cuenta que el máximo rival se había reforzado con un gran jugador: Mbappé.

La pretemporada, con partidos amistosos en Estados Unidos, ganando todos contra grandes equipos, fue un aviso de que el equipo podría ser muy competitivo. Ha sido un año, una temporada, que hemos disfrutado mucho del juego muy atractivo del equipo, y se ganaron títulos muy importantes, con jugadores muy revalorizados y con la imagen del club por las nubes. Además, el presidente y la dirección deportiva, junto con Hansi Flick, siguen apostando y confiando plenamente en los jugadores de La Masia, clave en el proyecto deportivo.

Flick, renovado hasta 2027: "Es un equipo joven y con potencial"

Flick, renovado hasta 2027: "Es un equipo joven y con potencial" / FC Barcelona

Algunas de las últimas decisiones han sido traumáticas, con cierto riesgo, pero el capitán del 'Titanic', Joan Laporta, ha superado todos los icebergs y ha acertado otra vez en el rumbo ganador del club. La nave está navegando con tranquilidad y hacia un horizonte de muchos éxitos.

¡Visca Barça i Visca Catalunya!