A Laporta le queda mucha limpieza por delante

El Barça ha acabado la temporada muerto y Koeman ha perdido en un mes todo el crédito ganado

Se ganó al colista con golazo de Griezmann, pero el juego volvió a ser preocupante

Griezmann no tuvo la tarde

Griezmann marcó

L. Miguelsanz

L. Miguelsanz

Era un partido intrascendente, pero ni así este Barça fue capaz de acabar la temporada de una forma más o menos digna por el juego demostrado. Koeman dio oportunidades a futbolistas para que se reivindicasen, pero parece que el equipo ha dejado de creer en él y en Ipurúa ya estaban de vacaciones. Las sensaciones del equipo, con jugadores teóricamente frescos, fueron paupérrimas. Y no hay duda que Laporta debió tomar buena nota. No es que el presidente tuviese ya la absoluta certeza de que ha llegado el momento de hacer tabla rasa, pero el problema parece mucho más grave de lo que parece. Este Barça necesita una revolución de arriba a abajo. Griezmann acabó arreglando el marcador con un golazo y se ganó por calidad individual, pero en el fútbol de hoy en día eso no basta.

La racha final del Barça es inexplicable. Su desgaste físico y su bloqueo mental le apearon de una Liga que podía y debía ganar. Pero ya no es cuestión de resultadismo sino que ha llegado el momento de hacer el trabajo que otros no se atrevieron a hacer. Quizás haya un problema de entrenador, pero es más que evidente que la plantilla está ya agotada. Se ha acabado un ciclo brillantísimo y se deberá tratar con sumo cariño a los jugadores que lo han hecho posible, pero esto solo es posible levantarlo desde la convicción de un cambio doloroso. Laporta ya lo hizo en su momento y ahora le tocará repetirlo pero con futbolistas que conoce y a los que le une la amistad.

Sería injusto olvidar las cosas buenas que se han hecho. Los fichajes de inmensa calidad y juventud de este verano marcan el camino, pero hay que dar una nueva vuelta de tuerca. El Barça necesita reconstruirse con Messi y con otro líder de primerísimo nivel que le acompañe en la parcela ofensiva. Y tampoco se puede fiar todo a los jóvenes porque el equipo necesita futbolistas que en Europa puedan marcar diferencias. En Eibar se acabó de manera discreta, pero el verdadero partido se juega a partir de ahora. Y ganarlo será sumamente complicado.