Laporta y su junta estuvieron a punto de pillarse los dedos

Joan Laporta y su equipo, después de ganar las elecciones

Joan Laporta y su equipo, después de ganar las elecciones / Javi Ferrándiz

Toni Frieros

Toni Frieros

Vale, bien está lo que bien acaba, aunque el camino hubiera estado repleto de dificultades y sobresaltos. Eso fue, ni más ni menos, lo que sucedió desde que Joan Laporta y su junta ganaran las elecciones el 7 de marzo hasta su proclamación oficial como presidente del FC Barcelona diez días más tarde, el miércoles 17.

La verdad es tozuda y no admite dobleces. La mañana del 8 de marzo, a pesar de la aplastante victoria electoral, Laporta y los suyos no solamente no tenían el preceptivo aval sino que estaban muy lejos de conseguirlo.  

Un hecho inaudito y desconcertante que preocupó e incluso molestó al entonces presidente de la Junta Gestora del FC Barcelona, Carles Tusquets, porque en el mes de enero, una vez proclamados ya oficialmente candidatos Laporta, Font y Freixa, los llamó a capítulo a su oficina de Arístides Maillol y les preguntó: “¿Ya tienen ustedes el aval?”. Y los tres respondieron lo mismo: “Sí, lo tenemos”. Por lo tanto, visto lo visto, ha quedado demostrado que Laporta no le dijo toda la verdad.

Lo que pasó en el transcurso de esos diez días ha dado pie a mucha literatura, afirmaciones y especulaciones, pero el resumen de todo ello, en el fondo, es muy sencillo: ¿cómo es posible que una candidatura a la presidencia del Barça tan potente, que se sentía y se sabía ganadora por mayoría, y con todo el tiempo que tuvo (se alargó la campaña dos meses más), corriera el serio riesgo de ver cómo se repetían las elecciones?

Créanme, estuvieron a tan solo diez centímetros de protagonizar uno de los mayores ridículos de la historia del club. La famosa noche de la notaría, además de la suma del aval de Jaume Roures, de José Elías y de todas las garantías que pusieron algunos directivos (no todos avalaron) continuaban faltando diez millones de euros. Diez.

Se ha escrito que apareció un avalador anónimo, que si Piqué... No, no... En su afán de ayudar a Joan Laporta y a su junta, Banc Sabadell hizo todo lo que pudo y más para sacarlos de las arenas movedizas en las que se habían metido. De hecho, puedo afirmar que de no haber sido por la entidad bancaria, se hubieran tenido que repetir las elecciones. Seguro.

¿Qué solución se colegió para encontrar esos diez millones que faltaban y cerrar el aval de 124,6 millones de una vez por todas? Banc Sabadell pidió a los miembros de la junta directiva que ese tramo lo asumieran de forma mancomunada (o a escote como dicen en otros lares) y que todos los integrantes de la junta corrieran ese riesgo. Tengan en cuenta que todo eso fue, casi, casi, un acto de fe, porque normalmente esos trámites exigen una serie de comprobaciones y papeleo que llevan su tiempo.

No me extraña que después de haber sudado tinta y de haber estado en un tris de repetirse las elecciones, los protagonistas cantaran a capela el himno del Barça en la notaría a altas horas de la madrugada. Así fue, señoras y señores, cómo arrancó el segundo periplo presidencial de Joan Laporta que el domingo día 20 afrontará su primera Asamblea. Pero ese ya será otro cantar...

Gabriel Martínez estuvo a punto de ser Dircom del Barça

Uno de los primeros cargos de confianza que bautiza el presidente de un club o de una compañía es el del responsable de comunicación, lo que ahora se llama ‘Dircom’. Laporta no tomó la decisión ni ungió a quien debía asumir semejante responsabilidad de forma inmediata (todo el mundo coincide en afirmar que se trata de una silla eléctrica) porque estuvo varias semanas negociando con Gabriel Martínez, reputado y prestigioso Dircom de Banc Sabadell, compañía IBEX. Llegó a reunirse con Ferran Reverter y el propio Laporta y el acuerdo estuvo muy cerca de fructificar, pero finalmente Gabriel Martínez se quedó en Banc Sabadell.

Jordi Portabella llevará el área de Sostenibilidad

Entre la incesante lluvia de bajas y altas en todos los departamentos del FC Barcelona (RRHH está teniendo mucho trabajo), pronto aparecerá otro nombre para reforzar la estructura ejecutiva del club. Se trata de Jordi Portabella, miembro de ERC y que fuera diputado del Parlament de Catalunya y regidor del Ajuntament de Barcelona. Amigo personal de Joan Laporta, este le invitó a la final de la Copa del Rey de Sevilla y a la Champions femenina de Göteborg. Portabella, ahora director de la Fundació Catalana de la Recerca i Innovació, llevará el área de Sostenibilidad.