Laporta aspira a ser el mejor presidente del Barça

Joan Laporta, presidente del Barça

Joan Laporta, presidente del Barça / JAVI FERRÁNDIZ

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Laporta ha vivido un año convulso. Y, por supuesto, apasionante. Mucho más complicado de lo que se esperaba. Ganó las elecciones barriendo a sus rivales (logró 30.184 votos, por 16.679 de Víctor Font y 4.769 de Toni Freixa) porque los socios barcelonistas le consideraron el único capaz de sacar al club de la triple crisis deportiva, económica e institucional. No lo ha conseguido. Aunque está en ello. En todos los ámbitos. El cambio de Koeman por Xavi fue decisivo para cambiar la dinámica de un equipo que, con el nuevo entrenador, no solo ha recuperado el camino del triunfo sino también las esencias futbolísticas. No se ha ganado nada, pero hay ilusión por el juego y los últimos resultados. La versión 2.0 del círculo virtuoso ha empezado a rodar. Falta mucho camino por recorrer. Por supuesto. Especialmente desde el punto de vista económico: encontrar un gran patrocinador para la camiseta (el acuerdo con Spotify todavía no está cerrado) y lograr la financiación para el Espai Barça (cuyas obras deberían empezar el próximo verano). 

La figura de Laporta ha emergido, nuevamente, como el catalizador de la esperanza de todos los culés. El recuerdo de su maravillosa primera etapa como presidente, con la construcción del mejor Barça de la historia, sigue ejerciendo un popular influjo entre los aficionados. Después de demasiados años de fracasos y decepciones, Laporta quiere liderar la resurrección del club, para que vuelva a ser tan querido como respetado en el mundo entero. No lo tiene fácil. Porque la herencia recibida es una mochila que pesa demasiado. Sin embargo, el ímpetu de Laporta puede con todo. Incluso ha superado las críticas por la forzada marcha de Messi. Aquella crisis fue muy dolorosa. Y provocó división entre los que querían que el crack argentino continuara a cualquier precio y los que entendían que su etapa blaugrana no podía continuar por motivos económicos. La traumática salida de Messi es solo hoy un mal recuerdo. Ahora hay que fichar un sustituto y Haaland es el elegido.

En el barcelonismo hay unanimidad en que Messi es el mejor jugador de la historia. Y también en que Guardiola es el mejor entrenador de todos los tiempos. Laporta aspira a convertirse en el mejor presidente. Tiene medio título ganado gracias a su brillante primer mandato. Ganará el otro medio si vuelve a convertir al Barça en el mejor equipo del mundo. Lo hizo una vez. Puede repetirlo. Ambición y dedicación no le faltan...